Una de las políticas llevadas adelante por el Gobierno porteño es el enrejamiento de plazas y espacios públicos alegando seguridad y protección de los objetos de estos sitios. El Parque Lezama no escapó a esta lógica y estuvo en el centro de la discusión «rejas sí, rejas no». Luego de mucho tiempo de luchas, protestas y reclamos de la Asamblea del parque como de los vecinos, el Gobierno de la Ciudad puso un freno al enrejamiento.
El 20 de agosto la Asamblea del Parque Lezama presentó dos proyectos de Ley en la Legislatura porteña. Uno proponía la puesta en valor del lugar por parte de los vecinos en conjunto con el Estado. La otra, la configuración de un mapa que evidenciara todos los espacios en conflicto con el Gobierno de la Ciudad en relación a espacios verdes y vivienda. Ambos tuvieron un rápido debate en Comisión y no fueron aprobados.
Mauricio García, miembro de la Asamblea del Parque Lezama, dialogó en Desde el Barrio con Carlos Aira y Carla Pelliza sobre la situación actual y los pasos a seguir. “Este Proyecto es de coparticipación vecinal, con el compromiso de la gente para cuidar el Parque”, comentó.
“La Comisión de Espacio Público no nos dio tiempo para difundir el debate, muchos no estaban enterados. Tenemos entendido que se iba a hacer una segunda reunión de Comisión porque no se llegó a debatir de fondo el Proyecto. La idea es ver, en esta reunión, si se aprueba y pasa a la Legislatura”, explicó Mauricio.
Lo llamativo es que la Comisión “sí les había avisado formalmente de esta reunión a las personas que están a favor de ponerle rejas al Parque”, puntualizó.
“No van a poner en el proyecto de puesta en valor el enrejamiento, pero no hay ninguna confirmación de que no lo vayan a hacer. Son dos licitaciones diferentes el enrejado y la puesta en valor. Es una jugada verbal”, expuso.
En relación al otro Proyecto, Mauricio explicó que “desde la Asamblea hicimos un mapa cartográfico de todos los barrios que están alrededor del Parque y los conflictos que tienen con los negocios inmobiliarios que el Gobierno quiere imponer. Mostramos cómo, donde hay un megaemprendimiento, hay desalojo y exclusión de personas que viven hace mucho tiempo en el barrio”.
CP/GF/RG