El discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Asamblea de las Naciones Unidas fue “un rechazo claro a quienes pretenden juzgar el comportamiento de los otros sin considerar el propio” señaló el analista internacional Néstor Gorojovsky.
En diálogo con Gabriel Fernández y Jorge Thierbach en Radio Gráfica, Gorojovsky añadió que según el presidente norteamericano Barack Obama la humanidad debe confiar en su uso pacífico de la energía nuclear, pero no en el resto de los países.
Añadió en ese sentido que lo mismo sucede con “las armas químicas” y recordó que el armamento de los mercenarios que intentan derrocar al gobierno sirio que lidera Bashar Al Assad provino de los Estados Unidos.
“Por eso el interrogante de Cristina sobre quién envió las armas es valiente y pone las cosas en su lugar”. También resaltó la importancia de haber señalado que el lavado de dinero se produce en el primer mundo, “lo que desarticula los intentos imperiales de control financiero”.
Este debate, indicó en Patria Grande Latinoamericana, “le cortó las patas al imperialismo en Siria al menos por un tiempo” y bloqueó la argumentación sobre los Derechos Humanos y su supuesta violación por parte de Assad.
En detalle, precisó que “el más desaforado defensor de esta tesis fue el representante de la colonia estadounidense de Ruanda. Todo un ejemplo de cómo funciona la maquinaria imperialista en nuestros días. En ese sentido, saludo como un grito libertario mundial la posición venezolana en la Comisión de DDHH de la ONU en Ginebra”.
“Algún día habrá que repudiar ese tipo de instituciones hipócritas y la pretensión de establecer, en un mundo signado por la violación más profunda de los más elementales derechos humanos, que algunos pretendan juzgar a otros desde una pretendida superioridad moral”, concluyó.
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