
Miguel Bravetti, trabajador despedido de Interpack, denunció en el aire de Radio Gráfica la actitud de la patronal, que pretende reducir personal a pesar de encontrarse en una buena situación económica.
En diálogo con Mauro Cavallín y Camila Hernandez Benitez, Bravetti explicó que «Interpack es una empresa que tiene una posición dominante en el mercado de envases para alimentación. Las dos plantas se encuentran en La Matanza. En diciembre hubo doce despidos, y eso motivó un conflicto muy duro. Ocupamos la planta por un mes e hicimos un acampe frente a la fábrica durante otro. Hemos hecho movilizaciones también. Los últimos despidos dispuestos por la empresa está en función de eliminar esta resistencia a sus planes de reestructuración, que abarcan a todas las empresas del holding al que pertenece. No obedece a ninguna crisis, hasta nos han ofrecido mayores indemnizaciones. Todo está amparado por una política general que baja desde la cabeza del Estado, como ya sabemos todos los trabajadores«.
El entrevistado detalló asimismo que «la última medida de la empresa hace una semana fue trasladar al personal que se considera menos conflictivo a la planta I, y dejaron acá en la planta II a la comisión interna y al sector más cercano, con más participación gremial. Unos cuarenta en total, que fuimos notificados por whatsapp de nuestro despido. Ante la Secretaría de Trabajo hablan de una crisis, cosa que por supuesto rechazamos. Por otra parte se trata de una formalidad, porque sabemos que la cartera de Trabajo está funcionando como una extensión de la oficina de personal. No ha escuchado ninguno de nuestros argumentos. Al mismo tiempo el comunicado del directorio para sus clientes y proveedores no habla de ninguna crisis y ratifica la solidez del grupo empresario al que pertenece«.
Finalmente Bravetti indicó que «el sindicato gráfico emitió un comunicado de repudio y promovió el paro en la planta II. Tenemos una posición crítica hace muchos años a la directiva del sindicato. Entendemos que en toda esta crisis ha tenido una político como mínimo errática. Pero es un debate que hemos planteado abiertamente porque la relación institucional es correcta. Nos acompañaron en todas las gestiones ante la Secretaría de Trabajo, en el conflicto anterior y en el actual. Más allá de las diferencias tenemos una posición común. Rechazamos el cierre de la planta porque nadie ignora que el único motivo es la decisión patronal de desprenderse de una comisión interna que ha sido un estorbo para su planes durante muchos años«.
MG/GF/RG