junio 03, 2025

Comisión de Mujeres – Canale | «No es solo acompañar, es ser parte de la lucha»

Comisión de Mujeres – Canale | «No es solo acompañar, es ser parte de la lucha»

Los trabajadores de la planta de Canale ubicada en Llavallol llevan más de 130 días de acampe cuidando la fábrica para que no sea desmantelada. Actualmente esperan que se dictamine la quiebra para poder recuperar la empresa y conformarse como cooperativa. Susana Míguez y María Ortigoza, de la Comisión de Mujeres de Canale Llavallol, estuvieron en Radio Gráfica charlando sobre el nacimiento de la misma y el conflicto que están llevando adelante con los trabajadores.

Susana Míguez manifestó: “Cuando nuestros compañeros decidieron organizarse, nosotras sentimos la necesidad de que teníamos que acompañarlos y no quedarnos en la casa llorando, porque sabíamos que no servía de nada” y puntualizó en que “nos empezamos a organizar y comunicar lo que estaba pasando. No solo es acompañarlos sino ser parte de la lucha por el trabajo y la recuperación de la fábrica”.

Sobre la primera acción que tomaron las mujeres de la comisión, María contó: “Hicimos banderas para hacernos conocer en la lucha como las familias de Canale Llavallol” y Susana agregó: “Nosotras nos movimos como familia ayudando en todo lo que se necesitaba. La familia se organiza y es sanador”.

Respecto a la parrilla que se encuentra en la entrada principal de la empresa, Míguez hizo referencia a cuando comenzó y cuál es su fin. “Hacia mediados de octubre, los muchachos decidieron hacer una parrilla para tener algún mango, en ese momento ya no cobraban el sueldo. También hacían guardias para impedir que se lleven las máquinas de la empresa; querían preservar los bienes” y remarcó: “El 29 de octubre armaron el acampe oficial y trasladaron la parrilla como símbolo de la resistencia. Actualmente se encuentra en la entrada de la fábrica donde los trabajadores ingresaban todos los días”.

En diálogo con Lucas Molinari, Susana habló sobre el proceso que llevaron adelante los dueños de la empresa para vaciarla y dejar a todos los trabajadores en la calle. “Hubo un trabajo preciso y terrible para desmantelar la fábrica. Primero dejaron de pagar ART, después se quedaron sin desayuno ni merienda como estaba acordado por contrato. Le cortaban la luz y le pagaban en cuotas los salarios. Así hasta querer cerrarla definitivamente”. Ante ese panorama, indicó que “los trabajadores se organizaron muy bien, todo se decidió en asamblea y se pudieron mantener en pie sabiendo que no era fácil”.

Por último Míguez se refirió a cómo sigue la causa judicial frente al pedido de recuperación de la empresa. “El juez dio el resguardo de las máquinas, esto nos da tranquilidad y la sensación de pertenencia. Los trabajadores cuidan la empresa como si fuera su casa. Ahora tienen que hacer el mantenimiento de la misma y las máquinas para poder comenzar a utilizarlas. La esperanza de los trabajadores es poder darle trabajo a otras personas en la empresa recuperada”.

CC / GF / RG

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