marzo 07, 2025

2018, año de pérdida de soberanía nacional

2018, año de pérdida de soberanía nacional

Por Lucas Molinari *

Cargando nafta, un trabajador de YPF me mostró indignado el nuevo billete de 100 pesos «tendrían que estar los heroes del ARA SAN JUAN o de Malvinas» decía el amigo que luego responsabilizaba al conjunto de la política por lo que pasa en el país: «son todos iguales».

Creo que amerita reflexionar sobre lo que implica ese nuevo billete como símbolo para llegar luego a rebatir y discutir que hay esperanza en que en 2019 la cosa cambie. Aquí un repaso de algunos ejes con enlaces a las notas que fuimos haciendo durante el año y una de un medio de comunicación compañero, escrita por un delegado sindical.

Pérdida de soberanía

El macrismo entendió desde el primer día de gobierno que el avance debía ser rápido. Nada de andar midiendo «las relaciones de fuerza» que tanto mensuraban desde el kirchnerismo cuando después de 2011 había quienes debatíamos la «profundización del modelo nacional y popular».

Rompieron nuestras conquistas y si hay algo que es bien claro en el gobierno que conduce Macri es que quiere volver a los ´30. A esa Argentina del coloniaje, del pacto Roca-Runciman, de eso habla Mauricio cuando se refiere a los problemas «de los últimos 70 años».

Pero tomemos algunos hechos de este año:

ARA SAN JUAN: Los familiares de los submarinistas tuvieron que encadenarse durante semanas en Plaza de Mayo para obtener la respuesta que necesitaban: que vuelva a haber búsqueda. Cada día que pasaba hizo a muchos familiares tomar partido por la hipótesis del ataque externo, y al encontrar el casco días después de cumplirse un año de la desaparición del ARA, la exigencia es porque lo refloten. Pareciera un imposible para el gobierno que apuesta al olvido. Y una empresa como Ocean Infinity que ha tomado miles y miles de fotografías de nuestra plataforma marítima, codiciada por las corporaciones. Temas de los que no habla ni la oposición política.

SATÉLITES: Luego del lanzamiento de la política del Kircherismo del ARSAT, en solo 20 meses de gestión, el gobierno de Macri transformó la empresa estatal, supeditando los objetivos estratégicos al interés de las grandes corporaciones.

¿Cómo pensar hacia delante como región en este mundo donde el desarrollo técnico condiciona las democracias?, cabe volver a recomendar la nota de Luis Lázzaro «Politizar la tecnología para gestionar la soberanía».

MALVINAS: El acuerdo Foradori Duncan de 2016 siguió este año su curso profundizando la desmalvinización, con hechos lamentables como el embajador argentino de Gran Bretaña, Carlos Sersale, reconociendo a los usurpadores vía twitter, hasta el planteo que las Fuerzas Armadas sean una guardia nacional para reprimir al pueblo en vez de defender la nación. Como lo explicó el ex soldado combatiente de Malvinas que vive en Tierra del Fuego, Daniel Guzman: » el proceso de usurpación se extiende al norte, con objetivo de extracción y saqueo petrolero, pesquero, y hacia el sur, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, el Atlántico Sur Occidental, y específicamente hacia Antártida”

Para este punto cabe mencionar una entrevista que por suerte ha tenido buena repercusión, la que le hicimos al general retirado del ejército argentino Fabián Brown que planteó: «en la Argentina la visión anti-estatal respecto a las FFAA es funcional al interés colonialista“. Por eso enfatizó: “Tenemos que definir una agenda de Defensa Nacional”, hablándole con claridad a sectores progresistas del campo nacional y haciendo críticas constructivas al período kirchnerista.

También, destacar el recorrido de la Marcha por la Soberanía, por el Conurbano, Misiones y Salta – Jujuy – Bolivia, esta última que terminó en un acto conjunto con senadoras y dirigentes sociales que son parte del gobierno de Evo Morales, que conté en la crónica: «Con poca leña, mucho fuego».

INDUSTRICIDIO: Es un concepto que venimos trabajando a diario en Radio Gráfica dando cuenta de los cierres de empresas donde hay actividades como el calzado, textil, gráfica y metalúrgica, entre otras, que están seriamente afectadas. Como muestra está la tremenda situación en Tierra del Fuego que este año explicó nuestro corresponsal José Pineiro. Y los análisis del querido economista Horacio Rovelli quien señaló con preocupación: «las industrias nacionales no tiene perspectiva a futuro»,

DEUDA EXTERNA: El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en junio fue un gigantesco retroceso, tras haber sido punta Argentina, al exigir una ley de quiebras a nivel internacional en la lucha contra los fondos buitres. Hoy los diarios explican que la deuda externa equivale al 95,4% del Producto Bruto Interno, a partir del «Informe preliminar» que difundió la Secretaría de Finanzas. El caso de Grecia es muy cercano, donde el poder financiero planteó la desintegración territorial. Ese es el gran peligro que denuncia la mencionada «Marcha por la Soberanía», y será sin duda uno de los temas centrales a resolver en el próximo período.

PATRIA GRANDE: La próxima asunción de Bolsonaro en Brasil, que ya anunció su trabajo conjunto con Israel y Estados Unidos, no brinda buenos augurios. Se le suma el guerrerimo explícito del uribismo colombiano que ha vuelto a la presidencia de la mano de Iván Duque. Venezuela en estos veinte años de chavismo se «armó para la paz», pero el imperialismo no debe ser subestimado. Contra los oportunistas que ponen en duda la democracia en Venezuela, creo que habrá que trabajar mucho para hacer solidaridad internacional. El fixture golpista arranca en enero porque tiene que asumir Nicolás Maduro un nuevo mandato presidencial. Van a desconocer su autoridad, con el cerco mediático multinacional y hambreando a ese pueblo luchador. Por eso todo aquel que luche por las causas justas debe defender a Venezuela, desde cualquier parte del mundo.

OPTIMISMO

El pasado 24 de diciembre, en vísperas de navidad, el histórico dirigente Victorio Paulón nos decía en Punto de Partida: «Si hay movimiento obrero fuerte, hay futuro para el trabajo, la producción y la soberanía». A la vez destacó que las nuevas generaciones de laburantes están dando una intensa lucha a este modelo de saqueo, allí radica la resistencia, y la esperanza que refería el dirigente de la UOM de Villa Constitución. «Después de todas las que pasamos no puedo ser derrotista», apuntó para los más jóvenes.

Me quedo con esa reflexión  y vale afirmar un debate que marcamos en su momento en Gráfica: «sin movimiento obrero no hay proyecto nacional», que esperemos esté sintetizado en los armados político-electorales. Si hay disociación, posiblemente la antipolítica gane terreno, y el modelo de saqueo se profundice.

(*) Periodista de Radio Gráfica, conductor de Punto de Partida.

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