
Jorge Navarro, sobreviviente del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, brindó su testimonio y sus reflexiones en Punto de partida al cumplirse un nuevo aniversario del episodio.
Navarro comenzó por expresar que «hay que tener el recuerdo en forma permanente de las enseñanzas que nos dejaron estos muchachos que ofrendaron su vida por la patria. Dieron un ejemplo siendo realmente jóvenes. No dudamos un minuto cuando se nos convocó a defender al país. Había una total convicción. Hasta mi padre, que por entonces tenía más de cincuenta años de edad se ofreció para ir como voluntario. Hay que homenajear, rendir honores, a nuestros camaradas. Y mantener en alto ese espíritu de solidaridad, coraje y patriotismo. Fue una camada que entregó todo sin pedir nada a cambio«.
Interrogado acerca de sus recuerdos puntuales, el entrevistado afirmó que «esa madrugada estuvimos en puestos de combate, dado que habíamos ingresado a la zona de exclusión decretada por los británicos. Acababa de llegar a mi puesto de guardia cuando hubo cimbronazo impresionante. Lo primero que se me ocurrió fue salir a la cubierta, con el barco ya sin comunicaciones ni electricidad. A las cuatro y media se dio la orden de abandono. La balsa en la que me metí estaba pinchada. Ese fue el momento de mayor desesperación, pero recordé que tenía la navaja que me había dado un teniente y corté el techo de la balsa. No tuve otra que tirarme al agua, y no pude subir hasta que alguien me agarró de la cola consiguiendo subirme. Fue mi segundo padre, la persona que me salvó la vida. Estuvimos más de veinticuatro horas hasta que nos rescataron«.
Finalmente Navarro se refirió a la desaparición del submarino ARA San Juan, al mencionar que «podemos entender a las víctimas. Tenemos nuestra sensibilidad pero no podemos sentir lo mismo que ellos. Lo único que podemos hacer es abrazarlos, acompañarlos, y esperar que la nave aparezca para saber qué es lo que pasó«.
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