La jueza Patricia López Vergara, titular del juzgado N° 6 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, le ordenó al Gobierno porteño y al Instituto de Vivienda de la Ciudad que “otorguen una adecuada e inmediata satisfacción a los requerimientos económicos y materiales de los amparistas” víctimas del incendio en el conventillo ubicado en Pedro de Mendoza al 1400, en La Boca, y dispuso que “en el caso de optar por el otorgamiento de un subsidio, los fondos deberán ser suficientes para cubrir la totalidad del costo de un alojamiento en condiciones dignas de habitabilidad”, contemplando “la composición de cada grupo familiar” y “dentro de las 24 horas de la concurrencia de los amparistas a la oficina pertinente, munidos de la documentación requerida a tal fin”, según detalló iJudicial.
En los fundamentos del fallo, la magistrada argumentó que “la situación de emergencia en la que se hallan obliga a la toma de decisiones urgentes con miras a paliar la ‘dramática desigualdad existente entre quien tiene demasiado y quien no tiene nada’”.
Milena Blanco, vecina del conventillo incendiado, explicó en Desde el barrio que «peleamos bastante para que vinieran y se hicieran cargo» de la situación. El Gobierno «quiere hacer de esto un lugar turístico, desde Puerto Madero a La Boca, eso es sabido», denunció y agregó que «como no había manera de sacarnos porque pagamos todos los servicios, se agarraron del incendio, del peligro de derrumbe».
La vecina detalló que desde el 20 de julio, cuando se incendió el conventillo, hasta ahora, que llegó la orden judicial, «vinieron del Buenos Aires Presente (BAP), que te dan la comida… yo entiendo que no es mucho, no soy una millonaria y que voy a (pedir) comer estofado o fideos de color, pero ellos te dan polenta o fideos con un poquito de salsa. No me molesta a mi, les agradezco, pero ni el pan» entregaron en buenas condiciones. «Ya ni si quiera tienen ganas. Yo no lo haría, pero es lo que ellos te dan».
Pero el destrato del Gobierno porteño no sólo se limita a los alimentos, sino también al cuidado de la salud de los vecinos que acampan en la calle en medio de jornadas de frío, lluvia y viento. Al respecto, Milena relató que «una noche estaba lloviendo demasiado y fuimos a pedirle a los del BAP que nos den las frazadas (que tenían en la camioneta) porque hacía mucho frío, los chicos tenían frío y estaba re lloviendo. Pero dijeron que no nos podían dar nada porque tenían que esperar la orden del Gobierno. O sea que si hay un nene con neumonía no lo van a atender si no viene la orden desde arriba, así que la criatura se puede morir«.
En este marco, Milena narró que también le habían «pedido al BAP que por favor nos pusieran baños químicos. No es que nos los van a dar y no nos vamos a ir de acá, pero a dónde nos vamos a ir. Yo no tengo familia acá, sólo mi marido y mis hijos ¿con quién cuento? Con nadie. Y el Gobierno de la Ciudad dice que hay un cambio ¿qué es el cambio? Sacarte de tu casa y dejarte en la calle viviendo, ese para mí no es un cambio«.
Respecto a la ayuda recibida de parte de la Ciudad, Milena ejemplificó que «la cuñada de mi marido me mandó zapatillas y camperas para mis hijos desde Formosa ¿por qué ellos tienen que ocuparse y acá el Gobierno de la Ciudad no nos puede ayudar? Si desde allá nos pudieron mandar esas cosas, ellos acá nos pueden ayudar más rápido. Nunca nos trajeron ni un baño químico. No es justo porque ellos pueden solucionar las cosas. La plata va y viene, la gente es la que necesita«.
Además, señaló que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta les ofreció «$1800 ¿con $1800 alquilarías un lugar, con tus hijos y tus mascotas, que sabés que no los vas a dejar? Yo ni sabía que habían venido a ofrecer nada, porque a mi nadie me ofreció nada. Dicen que Larreta vino a hablar con nosotros pero el día del incendio estaba inaugurando un jardín a tres cuadras ¿no podía pasar? No somos gente violenta, somos pacíficos, gente que trabaja».
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