
Walter Correa, Secretario General del Sindicato de Obreros Curtidores analizó en Punto de partida la interna del peronismo y otros temas de actualidad nacional, en particular la situación en materia de derechos humanos.
En materia electoral, Correa afirmó que, en la interna peronista, su posición «es la posición de la mayoría de los compañeros de base. En mayo recordamos los 51 años del asesinato del Griego Domingo Blajaquis, que murió militando por un peronismo con Juan Domingo Perón. Por lo tanto nosotros vamos a ser fieles a nuestra historia, creemos que hay una conducción política que es Cristina Fernández de Kirchner. No vamos a ser ‘vandoristas’, y mi concepción de trabajador industrial es clara. Cuando generamos un conflicto en la fábrica hay diversos núcleos de trabajadores, entre ellos el de los que dirigen y luchan. Y tengo la misma visión para la interna, los compañeros que luchan son los que tienen que construir el frente nacional y popular. No tengo un peronómetro, pero sí tengo experiencia para saber qué hizo cada uno durante este último año y medio. No nos tomamos sabático ni anduvimos mirando encuestas».
Consultado por nombres concretos, Correa afirmó que disiente «totalmente con Juan Manuel Abal Medina. Es un neovandorista. Y Florencio Randazzo es uno de los que se tomó un año sabático. Yo quiero estar al lado de los compañeros que van para adelante. Nunca escuché a Randazzo decir nada cuando empezaron los despidos, las suspensiones, cuando se votó el pago a los Fondos Buitres. Para mí lo largó Clarín, es mi visión personal. Nosotros respetaremos la decisión de Cristina».
Correa también dio su punto de vista acerca de la política de Derechos Humanos del gobierno de Mauricio Macri. El gremio que dirige participó de la movilización organizada por la Tupac Amaru al hotel Sheraton de Retiro, donde se hospeda la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque «como parte del movimiento obrero, no podemos estar ausentes. En los colegios de la Túpac Amaru en Jujuy, la Infantería está con los perros en las puertas de los colegios para amedrentar a los chicos y chicas que van al colegio. Cualquier compañero nuestro que va allá es seguido permanentemente por la policía. Jujuy es un Estado provincial represivo, contrario a los derechos constitucionales. Antes también había formas de intimidación, pero hoy la oligarquía pone una columna de la guardia de infantería a cada lado de la movilización. Amedrentar el derecho constitucional de protesta es una provocación. Este mecanismo se potencia mucho más en Jujuy, con un Estado que sabe que cuando la compañera Milagro Sala salga de su detención, no se va a ir a su casa sino que va a volver a militar, a organizar al pueblo. Y eso no se lo bancan, por eso hacen lo que están haciendo».
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