
Hugo Assaf, corresponsal en Tafí Viejo (provincia de Tucumán), conversó con Panorama Federal para relatar los detalles de la situación y la lucha que han iniciado los trabajadores rurales de la industria cítrica tucumana.
Assaf comenzó describiendo que «Tucumán tiene una franja oeste montañosa, donde se ubica una gran superficie de cultivo de cítricos, que la ubica como una de los primeras productores del ramo. La primera labor es el cultivo y la cosecha, y la segunda es la industrialización y preparación para exportar. La cosecha corresponde al obrero rural, que todavía tenía un buen contrato colectivo hasta que el Momo [Gerónimo] Venegas, que como secretario gremial trabaja para los patrones y no para los obreros, comenzó a aceptar modificaciones y nunca se pudo llegar a una paritaria consciente de lo que tiene que ganar un obrero cosechador de limón, especialmente si son trabajadores de un producto de exportación».
Luego Assaf describió las condiciones de trabajo y el comienzo de la protesta al explicar que los cosechadores «cortan a tijera y no ganan más de 350 pesos por día. Se suben en pleno invierno a los montes, porque la temporada de trabajo es a partir de este mes hasta la estación cálida. Esto es lo que llamamos la flexibilización laboral. Se está discutiendo un aumento que necesita el gremio rural. No se puede vivir con seis o siete mil pesos por mes, es imposible. ¿Qué se ha hecho en la franja oeste de Tucumán? Los obreros, separados de la conducción del Momo Venegas paran por su cuenta y cortaron la ruta 38, tanto la nueva autopista como el viejo camino, así como todos los accesos a varias localidades. Se pide en paritaria un 35% de aumento salarial».
Finalment Assaf remarcó que en Tucumán «hay una actitud general de toda la provincia unida a favor del reclamo. Incluso el gobierno local está recibiendo delegados y presionando para que se cambie el convenio que aceptó Venegas. Observemos la paradoja, cuando los docentes piden paritaria nacional el gobierno trata de delegarlo en las provincias, y cuando los trabajadores rurales mantienen la discusión en la provincia tratan de aplicar la legislación nacional. Es todo una confabulación, una intriga y un mal manejo del pueblo, y en particular del pueblo trabajador. Los pequeños citricultores están conscientes de la situación y pagan lo que corresponde. Son las grandes empresas exportadores las que pagan mal».
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