Vicente Lourenzo, secretario de prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), analizó en Desde el barrio cómo afectó a su sector la política económica del gobierno de Mauricio Macri.
Terminado el 2016, Lourenzo realizó un balance del primer año de gestión del Gobierno de Cambiemos, donde «hubo una caída respecto a diciembre de 2015, pero no fue tan malo como esperábamos, por lo tanto tenemos alguna luz de esperanza dentro de un año muy malo. Hubo doce meses consecutivos de caída de las ventas y de la rentabilidad. Para este año somos optimistas por medidas anunciadas por el gobierno como la reforma en ganancias, el pago extraordinario a los jubilados o el reinicio de las obras públicas. Son medidas que favorecen el consumo, que viene muy alicaído. En suma creemos que 2017 va a ser mucho mejor 2016».
Consultado sobre si las bajas en consumo se deben a la inflación o a una actitud ahorrativa de los consumidores Lourenzo opinó que «se sintió la pérdida de poder adquisitivo producto de la altísima inflación del primer semestre. Los jefes de familia priorizó los costos fijos de comida, educación, vivienda, pago de tarjetas y luego se dedicaron a aguantar hasta fin de mes. Y aún así hubo una baja en ventas de carne y pollo, y de productos perecederos en general».
Finalmente el entrevistado expuso las expectativas que se manejan para la temporada de verano: «Creemos que va a ser una temporada buena pero muy austera. La prioridad de los consumidores sigue siendo llegar a fin de mes. Estar de vacaciones es un esfuerzo en este momento, y se nota en cosas como intentar comer lo más posible dentro de casa o evitar gastos superfluos en los centros turísticos. Esto ya venía pasando y creo que se va a acentuar mucho este verano. Además mucha gente también va a elegir vacacionar fuera del país porque resulta más barato. El remedio a esto puede ser mejorar el tipo de cambio y reducir el costo argentino. Es difícil de logar, pero hay que trabajar para eso».
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