
En una entrevista para Sindical Federal Horacio Ghilini, referente de la Corriente Federal de Trabajadores, analizó los últimas acontecimientos del movimiento obrero organizado. La reunión de la CGT con funcionarios nacionales y el compás de espera en el llamado a una medida de fuerza, que arriesgan los dirigentes. También se refirió al rol de la Corriente Federal de Trabajadores.
En diálogo con Lautaro Fernández Elem y Leonardo Martín, comentó que estuvo en San Juan en diferentes reuniones con compañeros de la zona analizando y trabajando tras la reciente normalización de la CGT de esa provincia. Que posteriormente viajará a Mendoza donde dará una charla en la Biblioteca San Martín de la capital mendocina donde se debatirá “sobre los problemas de la unidad del movimiento obrero con la intersindical”. Para finalizar participará de la fiesta docente que realizará la regional de SADOP en Mendoza además de apoyar un “plan de lucha de los docentes universitarios privados y la docencia en general”. Agenda intensa, acorde a los tiempos políticos que se viven.
Acerca de su paso por San Juan reflejó que “acá se normalizó la CGT la semana pasada, vine a ver a los compañeros, mañana me voy dar una charla en Mendoza en la Intersindical. Ahí tienen un cronograma de normalización si las cosas van bien. Estoy cumpliendo con uno de los objetivos que tiene la Corriente Federal que es que las regionales se normalicen y que participen en los problemas y en la lucha que está manteniendo el movimiento obrero”.
«Los trabajadores tenemos en el plano de las reivindicaciones tres ambientes políticos. El municipal, el provincial y el nacional. Con respecto al plano nacional hay una conciencia general que hay que construir una medida de fuerza importante para revertir el plan de ajuste. Es lo que estamos tratando de predicar y armar. Hay un objetivo de realizar un plenario de delegaciones regionales para fin de año. Cada provincia tiene su manera de manejar el problema -la cuestión esté a destiempo con el conflicto social porque creo que el conflicto social es más acuciante- pero también tenemos que tener la suficiente paciencia para armar una medida que exprese unidad de la clase trabajadora. De nada sirve que hagamos catarsis unos pocos fragmentadamente porque eso el sistema lo puede neutralizar rápidamente. El clima es bueno, los compañeros valoran la unidad y también están esperando que se haga una medida con la CGT central», amplió tras su visita a la provincia cuyana.
En cuanto al flamante triunvirato que conduce la CGT, expresó que «nosotros en el Congreso tomamos una distancia con el armado político de la conducción. Uno de los puntos que expresamos fue la necesidad de un plan de lucha que no se dio, así que no tenemos una opinión favorable a cómo se está procediendo porque creemos que están generándole un tiempo al Gobierno que no se lo merece, que no da ningún gesto y que en última instancia vamos a salir con las manos vacías. No obstante, la crítica no nos lleva a romper, eso es un tema importante, decidimos quedarnos en la CGT. Todos los procesos tienen su tiempo, creemos que el triunvirato se está jugando un cheque en blanco muy fuerte porque en nombre de la prudencia pueden creer la credibilidad. Si un dirigente pierde la credibilidad se pierde un poco su verdadero capital. La Corriente está manifestándole por todos lados que en el acta debió figurar el tema de la reapertura de paritarias, que tiene una directa relación con el poder adquisitivo de los trabajadores donde tenemos una pérdida de 8 a 10 puntos. Eso tiene que ver con el mercado interno y el trabajo. No se sale con un bono, entendemos que tenemos que tener una firmeza mayor. Así como el triunvirato tiene su problemática la Corriente también porque nosotros tenemos que denunciar nuestra insatisfacción, pero tenemos que tratar de no dividir ni fragmentar para que haya poder. Nosotros también tenemos nuestro pequeño drama en este problema».
Respecto a la posibilidad de un paro en este mes de octubre, opinó que es probable «porque las condiciones van a ser tan evidentes que las conducciones se van a arriesgar a un desprestigio. Nuestra idea como Corriente es generar conciencia pero no entorpecer. La decisión del Confederal fue tomar una medida de fuerza, poner un plazo. Hay muchas organizaciones que comparten con la Corriente esta visión. Si mañana hiciéramos un Confederal se votaría un paro por abrumadora mayoría. Vamos a esperar este plazo de diez días que se planteó, ver la respuesta y seguir peleando por lo nuestro. Paralelamente hay que tratar de seguir empoderando a la CGT, normalizar a la mayor cantidad de regionales posibles, hay que estar movilizados, concientizados. Día a día la problemática social se agrava. Cada vez va a ser más evidente de que contemos con un instrumento importante en la lucha».
Acerca de la discusión interna dentro de la Corriente Federal de Trabajadores, consideró que «cuando se dio la discusión sobre si se unificaban las tres líneas de la CGT en un triunviro, eso tenía algunos problemas importantes desde nuestra visión. Primero que el triunviro no es lo mismo que una unidad pero nosotros esa parte instrumental la dejamos un poco de lado para decir “vamos a dar un paso”. Tampoco es cierto que solo hay tres sectores en el movimiento obrero. Ahí dimos una pelea más fuerte y por eso fuimos rebeldes en cómo se armó la conducción. Nosotros creemos que la Corriente expresa a un sector dentro del movimiento obrero. También conscientes de que se dio un paso hacia la unidad de ninguna manera definitivo. Por lo tanto en el horizonte lo que vemos es que se va a venir otro Congreso de unidad en algún momento, porque esto tiene que sintetizarse resolviendo el problema de la conducción y de los espacios. Probablemente en el horizonte tengamos una unidad mejor que la que tenemos hoy en el movimiento obrero. También en término de posibilidades está que no se dé ese paso y que haya una crisis nuevamente. Siempre pensando optimistamente que hay que tomar este triunviro y estas circunstancias como una transición. ¿Cuándo? Eso es más difícil pero la relación que hay entre las expectativas de los trabajadores y lo que hace la dirigencia es lo que va a poner en tela de juicio la vigencia de una conducción».
LM / GF / RG