El economista Ernesto Mattos comentó lo que se vendría para el segundo semestre del año: «La economía neoliberal de Macri viene trabajando para la libre movilidad de capital, a costa de las consecuencias que ya viene sufriendo el pequeño productor, nuestro mercado interno».
En diálogo con Mauro Cavallin y Alicia Lado en Abramos La Boca, el economista desarrolló su punto de vista acerca de las medidas económicas que el actual gobierno viene desarrollando: « Washington necesitaba un gobierno que no genere más restricciones y sea regulador como el anterior, un gobierno como el actual encamina el libre comercio, deja de lado las políticas que protegían el mercado interno y la industrialización incipiente», añadió: «Estamos en un acumulado de 31% de inflación, un 45% interanual y eso esta pegando directamente a la clase trabajadora».
Mattos dió su opinión de lo que se viene para este segundo semestre y en adelante: «El siguiente año sería el último para tener capacidad de compra si es que no se revierte el nivel de inflación porque el modelo económico tarde o temprano nos va hacer sentir el peso de la inflación e importación a como lo estan manejando».
El economista refirió: «Quieren que Argentina sea un país con alimentos baratos de importanciones y que su valor agregado sea el aceite», resaltó : » Se ha podido ver el avanze del sector más concentrado del agro, y el interés de las empresas exportadoras de grano, a la cabeza esta Cargill».
La situación del mercado interno es notable y Mattos habló: » Las importanciones deprimen a nuestro mercado porque ya lo hemos visto en el caso de las naranjas, los productores se vieron perjudicados, lo único que salvo al pequeño productor fue el cerdo, cuando el precio de la soja era bajo. Entonces hay que ver cuanto queda de estos pequeños productores despúes de la base que esta teniendo el sector más concentrado del agro.»
Respecto a las conversaciones de Macri con la Unión Europea, dijo: «El tema del Mercosur y la Unión Europea tiene que ver más con un tema de patentes y propiedad intelectual, tiene que ver con las denominaciones geográficas, un claro ejemplo es que ya no decimos champagne, decimos vino espumante», concluyó.
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