diciembre 23, 2024

Campilongo: los gráficos, el anarquismo y la unidad obrera

Campilongo: los gráficos, el anarquismo y la unidad obrera

Daniel Campilongo, histórico del Sindicato Federación Gráfica Bonaerense, estuvo presente en La Señal. En una extensa entrevista realizada por Gabriel Fernandez, el veterano militante sindical nos regaló su historia de medio siglo de lucha:

«Arranqué en Córdoba en 1962 como aprendiz de linotipista. Mi padre armó un taller – era un gran conocedor de las artes gráficas – y me enseñó el oficio. Pronto ingresé en un diario radical llamado Ultimas Noticias. Mi inicio a la vida sindical fue en una asamblea realizada a poco de ingresar al taller. Yo era aprendiz y me quedé trabajando. Se acercó un compañero y me dijo: usted debe venir a la asamblea, porque si bien es aprendiz, también es trabajador. Era Malvarez, quién luego fue Secretario General de los Gráficos de Córdoba».

«Aprendí de muchos compañeros la vida sindical, la lucha y el activismo. Llegué a Buenos Aires en 1964 para trabajar en el diario Crónica. Me enseñaron los anarco-sindicalistas. Peleábamos junto a nuestros hermanos peronistas en la resistencia en la búsqueda de un proyecto de liberación dentro del sindicalismo. En 1968 participé – desde la calle – en la fundación de la CGT de los Argentinos».

 

«Éste es un gran momento de la Federación Gráfica Bonaerense. Rescato la honradez de todos los compañeros. Estar participando dentro de una corriente político-sindical da cuenta de un proyecto dentro del movimiento obrero. Otra visión dentro de un sindicalismo de liberación».

«Hay una genética dentro del movimiento obrero. Un principio organizativo que hace que eso no se pierda. La FGB, desde 1857 en adelante, nunca lo ha perdido. Han pasado compañeros socialistas, anarquistas y peronistas, pero siempre mantuvo una sapiencia de la organización. Cuando hablamos de un sindicalismo de liberación no sólo hablamos de la historia antigua, sino reciente, a la CGT de los Argentinos. Esa experiencia no se puede repetir porque ha cambiado el Movimiento Obrero y la industria, pero si principios, como la necesidad de liberarse de nuestros amos. Una herramienta es la autogestión. Hay más de 20 empresas gráficas autogestionadas que nos marcan esa genética»

«En 1976 me echaron de Crónica. Tuve una clandestinidad en nuestro propio territorio. Fui a Rosario a trabajar en el diario de la Federación Agraria, volví a Buenos Aires a COGTAL. Allí los compañeros me ampararon y me dieron un lugar para ganarme la vida. Luego entré en La Nación, donde – en clandestinidad – fuimos organizando el taller. En 1983 ya teníamos comisión interna».

«Con Raimundo Ongaro tengo una relación muy especial. Lo conocí en la huelga de La Nación en 1967. Años más tarde, luchamos por la vuelta de Raimundo. Es un cariño fraternal que tengo hacia él. Para mi fue un maestro con quién debatí ideología y metodología en profundidad. Recuerdo su consigna: unidad en acción. Eso nunca lo entendieron los sectores de izquierda, que siempre buscaron romper la unidad. Nosotros, desde el anarcosindicalismo, apuntamos al ideal. Nuestros hermanos peronistas, son nuestros hermanos de clase. El problema es que la izquierda nunca tuvo intención de debatir».

«Este es un gobierno conservador reaccionario. Hicieron todo lo contrario a lo prometido en la campaña y quién paga los platos rotos es el movimiento obrero. Debemos organizarnos, no solo para resistir, sino para pasar a la ofensiva»

 

«Acá no vamos hacer prestidigitación política, pero el tiempo está acotado para esta forma de gobernar. Me parece que hay que comprender lo que está pasando dentro del sistema capitalista. Hoy no necesitan a los militares y los golpes de estado. Hoy, a través de los medios y una serie de redes informáticas, lograron vencer en guerras de cuarta generación. Han paralizado las masas a través del miedo. El primer día de gobierno, Prat Gay le dijo al Movimiento Obrero que no se desesperen por el salario sino por consolidar las fuentes de trabajo. Allí está el mensaje para meterle temor a los trabajadores».

«Sabemos que los puestos de trabajo son vitales, pero esto no nos puede paralizar. El sindicalismo es una herramienta de cambio y transformación para la sociedad. Lo primero que metieron fue miedo y la única forma de combatirlo es con organización y debate».

Frases de Daniel que vale la pena recordar y sobre las que cabe reflexionar. Una historia de vida con experiencia, presente y proyección.

CA/GF/RG

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