Néstor Marcolín, delegado de la Línea 60, fue entrevistado en Punto de Partida sobre el conflicto que atraviesan los trabajadores, luego de que los directivos de la empresa Micro Ómnibus Norte SA (Monsa) impidieran la salida de coches.
“En la Línea 60 se paga alrededor de 10 mil pesos por mes por cada colectivo a DOTA a través de Monsa. Entonces, un grupo monopólico, que tiene más de 55 líneas, decide muy livianamente hacer un lock out patronal y no sacar los coches a la calle”, expresó Marcolín. Y agregó: “Para comprar un colectivo, el Estado le da un préstamo de 6 años a un 9% anual. Pero, los dueños de los coches Agrale es el grupo empresario DOTA. Es decir que están comprando lo que ellos mismos fabrican”.
En diálogo con Lucas Molinari, el delegado remarcó el compromiso de los trabajadores. “Quiero destacar la patriada de mis compañeros que, después de tres días de no tener respuestas, salieron a la calle y pusieron el servicio público con las limitaciones que ello implica”.
Ministerio de Trabajo
Hace dos días, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, declaró que la situación de la Línea 60 “era grave” y que se iba a “insistir con la búsqueda de una solución a través del diálogo”. Sin embargo, Néstor Marcolín aseguró que desde la cartera “nadie convocó a los delegados”.
“No se como van a resolver un conflicto si los trabajadores no están presentes en esa discusión”, afirmó.
Finalmente, Marcolín sentenció que la empresa “quiere destruir la organización que hay dentro de la Línea 60”.
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