septiembre 09, 2025

Rubén Dri: Hegel, Iglesia e Historia Argentina

Rubén Dri, filósofo, teólogo, profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, habló en La Señal con Gabriel Fernández para recorrer buena parte de la historia argentina.

Lectura y política, fueron los condimentos necesarios para iniciar la búsqueda de la transformación de la realidad. “Cuando me veo a mí mismo, veo mi historia, porque el yo de cada uno, es su propia historia. Veo mis contradicciones desde mi infancia. Mi padre era analfabeto, pero con una fuerza política impresionante y mi madre religiosa. Me inculcaron religión y política a lo largo de la infancia. Por largo tiempo primó la religión, pero siempre en torno a la política. Me acuerdo que cuando empecé el seminario estaba prohibida la radio, los diarios y toda forma de información, pero yo me las ingeniaba con un compañero para que me entregaran el periódico e informarme de la realidad”, recuerda Dri.

Su conexión con el mundo de la religión forma parte del abanico de preguntas, pero la anécdota que vale la pena volver a leer, encierra pistas de lo que será años más tarde su recorrido por la iglesia.

A través de Radio Gráfica, Rubén contó “Siempre que me preguntan esto tengo una expresión rara. Siento que nací sacerdote, por la influencia de mi madre y del ambiente. Vivía en un ambiente muy católico, pero además de estar bajo el ala de la iglesia estaba incomunicada de los demás lugares. En ese ambiente chato, mis ganas de estudiar iban creciendo, tanto es así que nunca faltaba a la escuela. Yo recuerdo un día que había venido una manga de langostas tremenda y fui el único que ese día estaba en el colegio. En ese entonces me acuerdo que la maestra me dijo: `Tenemos un nuevo Sarmiento´. Eso me cayó mal. Porque mi padre era Rosista”.

La búsqueda permanente del saber, determinó su salida de la Congregación Salesiana.
Rubén Dri formó parte del Movimiento de Sacerdotes para el tercer Mundo, donde participación política, acción e iglesia empezaron a articularse.

“La incorporación al Movimiento sucede con la llegada al Vaticano de Juan XXIII, es ahí donde comienzo a ver una apertura de la iglesia. En cuanto vislumbré la esperanza de cambio, me ordené finalmente como sacerdote, después de dos años de haber terminado mis estudios. No lo había hecho antes porque estaba muy oprimido, no podía realizar mis actividades, no sabía bien que hacer”.

El teólogo, autor de Hegel y la lógica de la liberación, explicó la importancia de la relación dialéctica entre el individuo y el todo “Nadie se realiza en un país que no se realiza. Solo en un pueblo libre se realiza el sujeto, la realización del pueblo y la realización del sujeto, es una relación dialéctica que no se puede dar una sin la otra”.

¿Cómo llega Hegel a tu vida?

“Hegel llega en el transcurso de los estudios que voy realizando y los compromisos que voy asumiendo. Cuando termino mis estudios de filosofía y ejerzo como profesor, voy teniendo al mismo tiempo un compromiso social y político cada vez más profundo. Es ahí cuando mis lecturas, iban teniendo contradicciones con mi propia teología y me llevaron a un cuestionamiento. En ese momento me encuentro con Hegel y la fenomenología del espíritu. En el momento que me encontraba en la clandestinidad en Buenos Aires, antes de ir a trabajar al frigorífico, leía por lo menos dos horas de Hegel por día”.

¿Cuándo se produce la ruptura con la iglesia?

“Se produce en el 74´. En el momento en que pasé a la clandestinidad, se terminó esa etapa. Ya venía teniendo conflictos serios con la iglesia donde había quedado fuera propiamente de la institución formal. En ese entonces yo ya trabajaba en las villas de forma libre. Me encontré con una iglesia enfrentada y comprometida con la dominación”.

¿Te puedo preguntar por el Movimiento Todo por la Patria?

“Sí. Para mí es un periodo muy doloroso porque me sentí traicionado. Cuando vuelvo del exilio y trato de reinsertarme para seguir militando conformo un grupo que se llamó “El encuentro cristiano” para trabajar desde el cristianismo en los sectores populares. Un poco para retomar lo que había hecho antes, solo que en un contexto distinto. En ese entonces, un compañero que había pertenecido al peronismo de base, me habla de la creación de una revista y me invita a participar con la idea de generar un espacio popular. Yo me enganché con todo y seguí trabajando en eso, hasta que surge Enrique Gorriarán. Con él tuvimos una autocrítica de la lucha armada”.

“Cuando se forma Movimiento Todo por la Patria (MTP), yo no estaba de acuerdo, pensaba que no estaba maduro para eso. Nos opusimos, pero la insistencia fue fuerte que no queríamos romper aquello, porque ya nos habíamos comprometido afectivamente”.

¿Pensaste en algún momento que había otro proyecto?

“Sí. Un día me di cuenta de que nosotros funcionábamos como pantalla de un proyecto del cual no teníamos ni idea. Me retiré un año antes de que sucediera lo de La Tablada. En el momento que pasó eso, yo estaba en Entre Ríos”.

“Cuando se corrió la voz de que no eran los Carapintadas, le dije a mi compañera: `Son los del MTP. Eso era lo que estaban esperando´”.

El filósofo, espera tener listo para principios del 2015, el libro que habla sobre el núcleo fundamental de la ciencia de la lógica Hegeliana. Otro gran trabajo que espera salir a la luz, habla sobre los dos modelos de iglesia. La teoría y la práctica, que marcaron el camino durante toda su vida, no hacen la excepción al presente del teólogo; sigue militando en la Asamblea J. B. Justo y Corrientes y trabaja con distintos grupos, dando charlas para reflexionar la coyuntura actual en vistas a las elecciones.

“La construcción de una década se encuentra desafiada completamente, en esta segunda década latinoamericana, donde vamos a tener que tomar decisiones muy fuertes”.

Una entrevista, que desde la mirada individual, habla de un contexto histórico y resume la dialéctica del individuo y el todo.

NP / GF / RG

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