
El periodista e investigador paraguayo Julio Benegas Vidallet, aseguró en Radio Gráfica que la denominada Masacre de Curuguaty fue armada por fuerzas de seguridad, empresarios y franjas políticas opositoras para derrocar al presidente constitucional Fernando Lugo.
Al cumplirse un año del golpe contra el titular del Ejecutivo de la República del Paraguay, Benegas Vidallet fue entrevistado por Jorge Thierbach y Gabriel Fernández en el programa Patria Grande Latinoamericana que se emite por la FM 89.3 ywww.radiografica.org.ar.
El investigador se encuentra en la Argentina presentando su libro sobre el tema. El texto toma como puntapié inicial la historia de varios protagonistas, a la usanza de Operación Masacre de Rodolfo Walsh. En sus páginas, se puede ir observando el complot golpista que se articuló contra el gobierno legítimo, el cual terminó siendo responsabilizado de la matanza.
El libro se titula, precisamente “La masacre de Curuguaty. Golpe sicario en el Paraguay” y ofrece pruebas notables del armado antidemocrático.
Durante la entrevista, el periodista indicó que “Lugo era una molestia para el poder concentrado de la tierra en Paraguay. Aunque sus reformas fueron tenues, representaba la esperanza de construir un país más equitativo. Recibió un gran apoyo popular destinado a cortar la hegemonía política de los dirigentes ligados a ese poder”.
Señaló que, sin embargo, su construcción era “débil” lo cual quedó evidenciado tras el golpe. “Algunos aliados no estaban resueltos a sostener la democracia y finalmente abandonaron el proyecto”.
Añadió que el pueblo paraguayo sufre agresiones permanentes desde la “Gran Guerra” (la guerra de la Triple Alianza de Argentina, Brasil y Uruguay contra el Paraguay) y que por décadas el poder terrateniente ha sido omnímodo en el control interno.
Señaló en ese sentido que las fuerzas políticas que se presenten a elecciones con intenciones transformadoras deberán discutir ese esquema de propiedad. “Si en Paraguay no se discute la tierra, no se discute nada”, aseveró.
El libro incluye numerosas historias de vida de trabajadores rurales paraguayos, las cuales se van hilvanando hasta llegar al 15 de junio del año pasado, cuando se desata el drama. “Nuestro pueblo sabe lo que ocurrió, y entiende claramente dónde está el problema. Sucede que el poder que domina es muy fuerte y no admite gobiernos populares”.
GF / RG