«Las Villaflor. Identidad fragmentaria y memoria colectiva», es una investigación centrada en las figuras de Josefina «la Negrita» Villaflor, obrera gráfica y dirigente gremial de la Federación Gráfica Bonaerense, y de su cuñada María Elsa Martínez Garreiro, «la Petisa», quien fue conducción de las Fuerzas Armadas Peronistas. Su autora, Malena Haboba, periodista feminista e integrante de la Red PAR, quien realizó su trabajo en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), dialogó con el programa Feas Sucias y Malas.
«La Negrita» y «la Petisa» fueron secuestradas y desaparecidas por un grupo de tareas de la ESMA en la última dictadura cívico militar. Y hace pocos días en el Sindicato Federación Gráfica Bonaerense se las recordó a 40 años de su desaparición forzada.
«La Negrita» fue una obrera y dirigente de la Federación Gráfica Bonaerense. Militó en el Peronismo de base y en las Fuerzas Armadas Peronistas. Fue secuestrada por el grupo de tareas de la ESMA el 3 de agosto de 1979 junto a su esposo José Luis Hazán y a su hija Celeste de 3 años en su casa de Villa Domínico. Al otro día Celeste fue entregada a sus abuelos, y se llevaron a su hermano y la cuñada de la Negrita: Raimundo Villaflor y María Elsa Martínez Garreiro «la Petisa”, que eran militantes y sindicalistas.
«Las mujeres son las más invisibilizadas en la historia», dice Haboba, quien se reunió con las hijas de la Negrita y la Petisa, que le transmitieron que la figura de sus madres nunca había sido reconocida en ningún texto que haya explorado la época o las organizaciones en que militaron, y que las historias que pudieron recolectar de sus madres tenían que ver con el cautiverio vivido en la ESMA, pero poco con su vida militante. Así fue que empezó el trabajo «Las Villaflor», cuyo primer capítulo fue presentado el pasado 5 de agosto en la Federación Gráfica Bonaerense.
«La Petisa fue parte del triunvirato de conducción de las FAP cuando la anterior conducción cae en Taco Ralo, pero en lo que se ha escrito hasta ahora este rol nunca fue mencionado, siempre se la menciona como integrante o como ‘la compañera de…”, contó Haboba. Y destacó que cuando en la época la mayoría de los cargos y roles de conducción de los sindicatos estaban ocupados por hombres, en la historia del sindicato gráfico las mujeres tuvieron roles preponderantes.
«Conocer estas figuras nos sirve para entender de dónde vienen los procesos que vivimos en los últimos años, especialmente en el sindicalismo en relación al feminismo«, afirmó la periodista.
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