“La historia no siempre es progresiva, sino que a principios del siglo XIX los lugares que alcanzaron las mujeres vinculados a la vida pública fueron mucho más importantes que después de 1860”. Con motivo del Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América, Mara Espasande, historiadora y directora del Centro Manuel Ugarte de la Universidad Nacional de Lanús, dialogó en Radio Gráfica sobre la figura de Juana Azurduy.
“Hablar de Juana implica hablar del rol de las mujeres en la historia. Cuando vamos para atrás hacia 1810 y 1820, la mujer tenía lugares destacados. Muchas con roles de poder, como Macacha Guemes, que era la asesora política principal de Martín Miguel de Guemes en Salta. Y eso, cuando se instala el estado oligárquico desaparece y la mujeres van quedando más recluidas a un rol más reproductor”, planteó en conversación con Úrsula Asta en el programa Feas, Sucias y Malas.
“Hay que destacar la figura de Juana en este momento dentro de un colectivo mujeres. De hecho Juana lideraba un batallón conformado exclusivamente por mujeres”, remarcó.
“Juana es una mujer que nace allá por 1780 cerquita de Potosí y va a tener desde chiquita una vida particular. La envían a un convento, como era usual, y ella se escapa. La mandan a un convento porque era la manera, por ejemplo, de que aprendiera a leer y escribir”, apuntó.
“Ella es contemporánea con los levantamientos de la época de Tupac Amaru. Y se compromete mucho con esa causa, lee las noticias y sigue ese movimiento. Porque ella tiene un conocimiento del mundo indígena, por el lugar en el que nació. Pensemos que en el alto Perú en Bolivia el porcentaje Indígena, mas en esa época, es altísimo”, continuó.
“Se casa con Padilla que tenía cercanía a los sectores intelectuales de la época, provenientes de la Universidad de Chuquisaca. Y empiezan a participar de las tertulias, ¡que cuando éramos chicas en la escuela nos las mostraban cómo fiestas donde bailaban minué! En realidad eran espacios de construcción política y muchas, hacia el año ‘10, eran clandestinas”, detalló. Y sumó que Juana Azurduy se cruza con otros revolucionarios, como Manuel Belgrano y Monteagudo: “Todos los revolucionarios de la época, que estudiaban ahí”.
“Cuando el Ejército empieza a crecer, los caciques de la región decían que seguir a Juana era seguir a la tierra” y ella asume “un rol en la defensa de la frontera norte”.
Juana Azurduy fue Teniente Coronel en el 1916 y en 2009 fue nombrada Generala del Ejército Argentino y Mariscal de la República en Bolivia. En esa línea, Espasande recordó: “Evo donó una escultura que estaba en la Casa Rosada, donde estaba Colón. Y se armó un debate político”.
Finalmente, además de explicar el trabajo que llevan adelante desde la Universidad de Lanús, planteó: “No podés entender la etapa de la emancipación sin entender lo que pasaba en Perú, Venezuela, Colombia. San Martín fue el presidente de Perú, por ejemplo”.
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