Se acercan las elecciones presidenciales; las fórmulas ya están cerradas y los debates sobre los pre candidatos crecen día a día. En una extensa charla Miguel Núñez narró a Gabriel Fernández historias y anécdotas sustanciosas sobre Néstor Kirchner (de quien fue vocero), Cristina y Alberto Fernández. También analizó el panorama electoral y opinó acerca de quiénes serían los indicados/as para llevar adelante el proyecto nacional y popular.
-De tu gestión como vocero de Néstor Kirchner, ¿qué recordás?
– Con Néstor nos juntábamos muy temprano a tomar café, a las 7 ya estábamos ahí. En esas épocas, los noticieros de medianoches tenían su periodista estrella, más o menos a esa hora me iba de la Casa Rosada. Alberto Fernández se iba a la misma hora como yo. Pero a las 2 de la mañana, solía estar durmiendo, sonaba el teléfono. A veces, a las 5. Era Néstor. Siempre fue un obsesivo con el trabajo. Creo que apenas dormía un par de horas, le podría llamar una siesta, por las noches.
Con Alberto Fernández, ¿Cómo era el trato cotidiano?
– Es un tipo muy amigo, nos conocemos desde hace muchos años. Es un hombre joven y con mucha polenta. Tiene ideas propias. Conmigo siempre se daban discusiones muy duras, por ahí Néstor se quedaba escuchando como nosotros debatimos. A veces se metía en la conversación y opinaba, pero le gustaba escuchar nuestras polémicas.
¿Lo ves a Alberto Fernández como presidente?
– La Casa Rosada no es el centro del universo del Poder, no existe una escuela que te enseñe a manejarlo pero Alberto sabe muy bien cómo llevar adelante la política, conoce muy bien donde estan esos resortes del poder para sacar medidas políticas, económicas y sociales. También entiende que cuando uno se plantea objetivos toca intereses de los otros”.
Alberto tiene convicciones muy claras, como Cristina y Néstor. Es un tipo muy formado, está preparado para ser presidente.
Quien mejor que Alberto para que pueda negociar. Tenemos que tener en claro que estamos en una profunda crisis, necesitamos alguien que sepa poder manejar las situaciones.
¿Cuál fue el rol que tomó Alberto Fernández en la gestión Kirchnerista?
– Néstor nos enseñó que la política comanda. Estamos acostumbrados analizar las políticas económicas, pero hay que entender que son decisiones políticas. Alberto tuvo un papel estratégico en la negociación para terminar con la deuda. Nuestro compromiso era el que había tomado el Congreso Nacional, no queríamos que sea a costa de la gente. Alberto, después de adoptadas las decisiones, era el que las ponía en marcha.
Puede pensarse que una acción política es sólo su formulación, pero lo importante es aplicarla, ir y ver a los responsables y a los protagonistas para que la misma sea efectiva. Bueno, dentro de los lineamientos que marcaba el presidente, Alberto era uno de los más activos a la hora de instrumentar las medidas.
El próximo gobierno que sea elegido en las elecciones de octubre. ¿Va recibir un panorama igual o peor al que tuvo Néstor en el 2003?
– Depende de en qué términos los comparemos, si es por el PBI estamos muy complicados.
Tenemos el 40%de la producción parada. Estamos inmersos en una profunda crisis. Lo que tuvo entre manos Néstor fue tremendo. Las dos realidades tienen puntos de contacto y diferencias.
Alberto va a heredar un país muy difícil. Es muy importante la capacidad que el tenga para lograr unir diferentes sectores para ponerse de acuerdo en que proyecto de país queremos. El desafío es muy grande y hay que poner en marcha nuestra economía.
Creo que va a necesitar de muchos espacios de la vida política y económica para lograrlo. Va a tener que reunir los intereses más variados y orientarlos en una política común que los abarque.
¿Como la imaginás a Cristina de vicepresidenta?
– Alberto puede ser un gran conductor y en Cristina puede encontrar un gran y experimentado respaldo para sacar el país adelante. Esa combinación va a ser importante.
Hay que recordar que Alberto es un hombre comprometido con los derechos humanos en sentido amplio. Creo que ambas son personas que han sabido comprender el panorama que los rodeaba y las necesidades del pueblo.
¿Cómo es Cristina en lo personal?
– En el imaginario colectivo quedó que Cristina es la bruja de la historia, esto «debe ser» porque es mujer. Ella es adorable, muy cálida; es una persona que se puede hablar de todo. Cuando nació mi hijo llegó al hospital con flores, brinda contención y sabe escuchar. Podía dejar la política por momentos para adentrarse en cuestiones personales.
Por último, ¿Qué pensas sobre el rol que tienen los medios hegemónicos?
– Los medios deberían entender que nadie tiene destino sino va bien el país. Si al pueblo le va bien a los medios le va bien. Los medios de comunicación tienen intereses económicos y financieros, no podemos obviar eso, pero tienen que entender que no les va ir bien en un mundo que crece la desigualdad, el desempleo, la pobreza.
El problema surge cuando esos intereses están más allá de lo periodístico. Por ejemplo, durante la crisis con las patronales agropecuarias, pudimos ver que Clarín y La Nación estaban en otra sintonía, tenían recursos puestos en ese sector económico, entonces sacrificaron la verdad para apuntalarlo. Por eso es importante apuntalar los medios públicos y los que tienen como horizonte narrar lo que de verdad sucede.
CC/GF/RG