Cooperativa La Ciudad, empresa láctea recuperada por sus trabajadores, abrió una fábrica en la localidad bonaerense de Ranchos bajo la marca Séptimo Varón.
Fabio Resino, presidente de la empresa autogestionada, conversó en el aire de Radio Gráfica con Lucas Molinari acerca de la exitosa instalación de la planta en Ranchos, y acerca de la situación de la industria alimentaria en la Argentina.
En diálogo con Punto de partida Resino explicó que «tenemos la fábrica original en Floresta, pero en la Capital Federal no se puede producir. Ante el faltante de lácteos decidimos emprender el camino hacia Ranchos, que está ubicada en lo que fue una gran zona tambera en su momento, aunque han cerrado sesenta tambos en esa ciudad. Eso representa el 10% de los tambos que cerraron en toda la provincia de Buenos Aires, pero todavía quedan productores. Así que la idea fue afianzarnos allá. Alquilamos una fábrica, la pusimos a nuevo y la inauguramos el domingo con la presencia del intendente, movimientos sociales y muchas cooperativas. La idea es tejer un lazo fuerte entre la fábrica y los productores, y a partir de eso encontrar un precio justo para un producto de buena calidad que le sirva al consumidor«.
El entrevistado agregó que «seguimos produciendo en Floresta, pero estamos llevando máquinas a Ranchos. La idea es establecernos totalmente en la nueva fábrica el año que viene. Ahora producimos treinta mil kilos de muzzarella por semana. También estamos discutiendo con el Consejo Deliberante de la ciudad de Tapalqué, que nos va a ceder una usina láctea municipal, con lo cual se abre la posibilidad de abrir una productora de leche y otros tipos de queso. Hemos decidido seguir para adelante a pesar de la situación económica y el gobierno que cierra fábricas todos los días, cobra tasas de interés y tarifas altísimas. Seguimos abriendo puestos de trabajo, que es la mejor resistencia que se puede hacer contra el gobierno de [Mauricio] Macri«.
Por último Resino indicó que «no solo el ramo lácteo, sino todo el mercado alimentario en nuestro país está monopolizado y extranjerizado. En el caso particular de la leche hay dos grandes fábricas, que exportan mucho y vacían el mercado interno. La exportación subió un 37% y el consumo interno bajó un 12%. A eso se le suma una baja de la producción por el cierre de tambos que no pudieron resistir el vendaval económico del macrismo. No puede ser que pocas empresas decidan quién come en la Argentina y qué va a comer. Estamos para discutir la democratización al acceso al alimento. Cualquier candidato que quiera formar un gobierno nacional y popular tiene que empezar por este problema«.
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