Los diez puntos de consenso propuestos por el gobierno de Mauricio Macri tuvieron escasa repercusión entre los espacios opositores, que criticaron su falta de variantes en cuanto al plan económico.
Silvina Batakis, ex Ministra de Economía de la Provincia de Buenos Aires, conversó al respecto en el Aire de Radio Gráfica con Mauro Cavallin y Camila Hernández Benítez.
En diálogo con Abramos la Boca Batakis afirmó que «proponer que la primera prioridad de la sociedad sea equilibrar las cuentas fiscales es paupérrimo. Además hablan del equilibrio primario engañosamente, porque la suma de los balances primario y secundario, que es el verdadero indicador que usan los países desarrollados, muestra un déficit fiscal. Respecto del punto del empleo estamos de acuerdo en que es una tarea básica gubernamental, pero no puede venir acompañado de una flexibilización con el pretexto de la supuesta modernización, y sin invitar a los sindicatos a participar de esa reforma. Y el punto 10 es la clave de la invitación presidencial. Quiere que todos firmen el compromiso de pagarle a los acreedores externos del país. Argentina no va a estar en condiciones de hacer un pago de cientocincuentamil millones de dólares en cuatro años«.
La entrevistada también señaló que «cualquiera que gane las elecciones va a tener que enfrentar una negociación inestable tanto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como con los acreedores voluntarios del mercado internacional. Tanto los especialistas del FMI como los distintos fondos de inversión saben que estos montos son impagables, no hay forma de generarlos. Suponiendo que gane nuevamente la alianza Cambiemos, cosa que veo bastante improbable, la solución para ellos sería seguir endeudándonos, pero con el Riesgo País bordeando los mil puntos la única forma será llevar adelante una negociación para pedir más plazos y durante un período de gracia volcar el dinero no en pago de intereses sino en la economía interna para hacer girar la rueda del crecimiento«.
Por último Batakis sostuvo que «Macri mismo dijo que no hay Plan B y que si fuese reelecto haría lo mismo. Esto no quiere decir que el país no tenga alternativa. Por ejemplo, se pueden utilizar los instrumentos de protección arancelaria. Los países siempre cuidan su industria y su trabajo, y más aún hoy en día, cuando la tecnificación y la automatización son un nuevo desafío para la creación de empleo. Todos los países del mundo regulan las variables principales de la economía, y el dólar es una de ellas. Para estabilizarlo hay que planificar el ingreso de divisas y no que solo ingresen cuando lo disponga el sector agropecuario dominante. También hay que controlar el ingreso de divisas especulativas, que entran y salen de un día para otro haciendo ganancias extraordinarias. Esto no se puede permitir porque es una forma de extracción de riqueza de nuestro pueblo«.
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