El sábado 27 de abril una multitud se reunió en el Parque de la Ciudad de La Rioja para proclamar como beatos al obispo Enrique Angelelli y a otros tres mártires asesinados durante la última dictadura cívico militar. Estuvo presente el cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu, quien era un enviado especial del Vaticano.
Marta Toledo, docente y ex catequista de la Pastoral de la Diócesis Riojana en el momento del Monseñor Angelelli, expresó en Radio Gráfica que en la ceremonia de beatificación “vivimos un momento que nos marcó muchísimo. Oramos mucho y reflexionamos acerca de lo sucedido, ya pasaron 40 años y necesitábamos recordarlo”.
Sobre la importancia de la figura del Monseñor Enrique Angelelli, comentó que “en los años 70 llegó a nuestras tierras un obispo que se presentó como ´Obispo de tierra adentro´. Su evangelización se marcó con un oído en el pueblo y otro en el evangelio. Él decía que ´los jóvenes no teníamos que cambiar nuestra rebeldía por un plato de lentejas´. Ahí es donde hice el click y decidí caminar a la par de él” y remarcó que “su opción fue realmente por los pobres”.
En comunicación con Lucas Molinari, hizo referencia a lo que significa la beatificación como un hecho político. “Para el pueblo siempre fue un mártir desde el comienzo. Todos estábamos convencidos que no fue un accidente cuando murió sino que había sido algo planeado. Angelelli trabajó mucho por los jóvenes educándolos para que participen y se comprometan con lo que pasaba en ese momento. Eso nos quedó grabado a todos lo que estuvimos cerca de él. Caminaba con los pobres para encontrar juntos el camino de la dignidad porque todos se lo merecían. Tenía un fuerte compromiso con el otro”.
Finalmente manifestó: “Angelelli buscaba siempre la dignidad del otro a partir de la justicia”.
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