
Pedro Kesselman es uno de los abogados más respetados en el foro laboral. Con más de 55 años de trayectoria, este laboralista y militante, fue constituyente y presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas.
Invitado en La Señal, brindó precisiones sobre el Poder Judicial en tiempos de Cambiemos: «Cuando Mauricio Macri asumió la presidencia dijo claramente: Queremos una Justicia que nos represente. En términos institucionales esa frase fue gravísima«
«En el medioevo, los jueces eran el brazo judicial del monarca. Luego vino el desarrollo de las democracias institucionalaes. Si bien la justicia siempre tendió a defender intereses de clase, se guardaban las formas. Existió una apertura democrática. Hoy, Argentina está viviendo un sistema judicial propio del Siglo XVII. El presidente Mauricio Macri es un Virrey de la señora Lagarde. Es el mismo presidente que pone jueces a dedo con un Consejo de la Magistratura con comisarios políticos como lo es el diputado Tonelli. Los jueces probos se asustan porque no mucha la capacidad de resistencia y si puede jubilarse, lo hacen porque no aguantan la presión«.
En diálogo con Hernán Jaureguiber y Cacho Gómez, el abogado expresó que desde diciembre de 2015 proliferaron irregularidades en el Poder Judicial: «El PRO intentó designar dos jueces de la Corte Suprema de Justicia por decreto. Se vivieron persecusiones varias, sobre todo en el fuero laboral. El hostigamiento a la procuradora Gils Carbó fue evidente. Tanto que en su lugar hay un burócrata llamado Eduardo Casal, que hace la plancha y le dicen que debe hacer».
Para Kesselman, la situación del juez Stornelli es insostenible: «El juez de la Corte Suprema Horacio Rosatti pidió que se presente. Un fiscal en rebeldía es gravísimo. Tengo 57 años de ejercicio de la profesión, pasé por dictaduras blandas y fuertes, pero jamás viví tan descaradamente una injerencia del poder político -pero sobre todo el económico- en el tema judicial«.
«Carlos Stornelli apuesta a que le quiten la causa a Ramos Padilla o lo trasladen concursado a La Plata. Siempre hubo un método muy sutil de sacarse gente molesta que es ascendiendo a esa persona. Pero la conclusión de toda esta situación es qué la justicia de Cambiemos fabrica arrepentidos confeccionando declaraciones. Si no se aceptan, vas preso. Es la inquisición en tiempos modernos«, apuntó Kesselman en Radio Gráfica.
Consultado sobre el futuro del Poder Judicial, el experimentado laboralista pidió pensar en una nueva Constitución «donde los jueces tengan mandato acotado y sean elegidos. Poner todo el Poder Judicial en concurso porque la familia judicial existe: mujeres, hijos, primos. Todos adentro del Palacio de Tribunales cubriéndose entre ellos. Hay excepciones honrosas, pero son una casta».
Finalmente, reflexionó: «Nadie elige a los jueces federales y tienen un poder tan grande que han cambiado legislaciones, como por ejemplo, la Ley de Medios. La pregunta es: ¿Quién votó a Bonadío?».
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