El Gobierno nacional enviará al Congreso un proyecto para modificar la Carta Orgánica del Banco Central y así cumplir con el pedido del Fondo Monetario Internacional. El 28 de marzo de 2012 la presidencia de Cristina Kirchner promulgó la ley 26.739, que le ponía fin a Ley de Convertibilidad y reformaba la Carta Orgánica dando mayor injerencia en la orientación del crédito a la producción y los puestos de trabajo.
Pedro Biscay, abogado penalista y ex director del Banco Central, dialogó en Radio Gráfica al respecto y aseguró que “la reforma muestra el grado de subordinación del país frente a los pedidos del Fondo Monetario Internacional”.
“La Carta Orgánica actual define en su mandato legal que tiene por misión fundamental promover la estabilidad monetaria y el desarrollo económico con inclusión y equidad social. Pero el FMI quiere que Argentina sea un país que no realice política monetaria, que no tenga ningún objetivo de desarrollo de pleno empleo y que no intervenga en el mercado de cambios cuando hay situaciones de inestabilidad económica a nivel nacional o internacional”, indicó Biscay.
La iniciativa propuesta por el Poder Ejecutivo no sólo reduce el papel del organismo a “preservar la estabilidad de precios”, sino que también le impide financiar al Tesoro nacional. “La incorporación de la regla que prohíbe al Banco Central usar las reservas para pagar la deuda externa priva al país de un elemento central para lograr la independencia monetaria”, declaró en diálogo con Úrsula Asta en el programa Feas Sucias y Malas.
Por otra parte, el Banco Central emitió una medida para que los bancos absorban pesos con los plazos fijos y así frenar el alza del dólar, que rozó los 45 pesos. “Nos estamos yendo a un abismo”, sentenció Biscay.
El ex director del Banco Central afirmó que “el gobierno no logra controlar el tipo de cambio porque ha implementado una política que deja al Banco Central sin herramientas de intervención”. “Podemos llegar a tener un escenario de mucha adversidad y de fuerte impacto sobre los depósitos del sistema financiero”.
Además, Pedro Biscay hizo referencia al deterioro de las condiciones de vida. “Cuando se devalúa el peso, la inflación aumenta proporcionalmente y esto perjudica la capacidad de compra y el salario de todos y todas”.
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