
Rodolfo Tailhade, diputado Nacional por FpV, integrante de la Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso Nacional, en la que se presentará el jueves 21 el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, dialogó en el programa Feas Sucias y Malas.
“El pedido de juicio político a Ramos Padilla ratifica la importancia del tema”, subrayó en conversación con Úrsula Asta y Valeria Rodríguez.
“La presencia de Ramos Padilla fue bastante ilustrativa al presentar el informe que dejó entrever los lazos mafiosos” con “implicaciones a alto nivel, con Mauricio Macri y Mario Montoto a la cabeza», planteó sobre la presentación del juez la semana pasada en la Comisión de Libertad de Expresión del Congreso.
Y aseguró que «la estrategia de la mafia es que de acá a 15 días le quiten la causa a Ramos Padilla».
Por otro lado, expresó que “quedó en claro la sensación de desamparo” que llevó al juez a recurrir dos instituciones: una de las instituciones más importantes del país, el Congreso, y un organismo especialista en estos temas, la Comisión Provincial por la Memoria.
“El gobierno está enfurecido porque el juez le dió lugar a la Comisión Provincial por la Memoria», sostuvo.
Además, se refirió a la próxima presentación del juez frente a la Comisión de Inteligencia en la que, explicó, se analizará la actividad de los organismos de inteligencia del gobierno argentino: «La contra inteligencia argentina es un fracaso o es cómplice». Y dijo que el juez seguramente expondrá cuestiones que no pudo ventilar en la exposición anterior.
A su vez, señaló la presencia de la embajada de los Estados Unidos: “El embajador Edward Prado, ex juez, había planteado que venía a colaborar en la lucha contra la corrupción y eso marcó claramente: cuál iba a ser el rol de la embajada en esos años. Ahora sabemos que participó activamente a través de sus agentes en el armado de causas, en la persecución judicial a dirigentes políticos, en las extorsiones que llevaban adelante para conseguir testimonios de arrepentidos”.
Finalmente, opinó que un país no puede carecer de inteligencia, sino que hay que controlarla y darle los lineamientos políticos para que desarrolle su misión y no sean aquello en lo que se convirtieron en los últimos treinta años en la Argentina, “que fueron una unidad de negocios, básicamente dirigidas por Jaime Stiusso y evidentemente ahora por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani”.
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