
El sociólogo Artemio López analizó en La Señal la actualidad política argentina y las perspectivas electorales que se abren a partir de los primeros comicios efectuados durante 2019.
Según López «las elecciones de La Pampa y Neuquén muestran que la marca Cambiemos está en franco deterioro, y adentro de Cambiemos la marca PRO. En La Pampa sucedieron hechos notables: la interna fue ganada por el radicalismo de manera contundente contra Carlos Macallister, que era el hombre de Mauricio Macri por apoyo político y por su pasado de futbolista en Boca. El segundo hecho es que la interna justicialista movilizó más gente que la interna de Cambiemos, y el tercero es que en Santa Rosa (donde se condensa el 40% del padrón pampeano) el que triunfa en las PASO es un peronista de La Cámpora».
En ese sentido indicó que «mayor impacto sobre el discurso y el imaginario del PRO y de Cambiemos es imposible. Y en Neuquén fue contundente. Horacio ‘Pechi’ Quiroga solo logró quince puntos con el apoyo del gobierno nacional, se interrumpió la polarización en los distritos donde hay una experiencia partidaria con tradición provincial y articulación con los sectores populares«.
El entrevistado también observó que «una fórmula con Sergio Massa y Roberto Lavagna rasparía más al macrismo que al kirchnerismo. Ese espacio está pero desde 2015 las terceras alternativas, en toda la región, son menores y están en retirada. La polarización se instaló en Argentina en 2008 con la crisis del gobierno kirchnerista con el sujeto agromediático y no se detuvo. Eso signa el comportamiento electoral de la sociedad argentina, entonces más allá de candidatos estructuralmente ese espacio ya no tiene más votos por el lugar que ocupan«, y agregó que «si alguien resuelve la elección en primera vuelta será la oposición, Macri no tiene ninguna chance de lograrlo. Su techo sería el 41% logrado en 2017. Hoy Cristina Fernández de Kirchner está en niveles similares, y generalmente la primera minoría en un escenario así resuelve favorablemente la segunda vuelta. Por lo tanto la oposición tiene muchísimas chances de ganar la elección«.
Finalmente López se refirió al escenario electoral de la provincia de Buenos Aires donde «Cristina tiene una diferencia de más de veinte puntos frente a Macri. Buenos Aires debería pensarse como una estrategia complementaria que incorpore la estrategia electoral teniendo en cuenta la realidad del interior de la provincia, cosa que siempre se descuidó en las estrategias que hacían recaer todo el peso, en términos electorales, en el conurbano. El interior provincial es equivalente a la capital más Mendoza sumadas, el 14% del electorado nacional, y tiene problemáticas específicas que hay que atender. La fórmula debe dar cuenta de candidatos que además de resolver el tema de empatizar con la fórmula nacional y traccionar de manera plena el volumen electoral de Cristina, también tengan intervención en un electorado tan complejo como es el del interior provincial. En el conurbano estoy seguro que va a responder muy fuertemente a la figura de la ex presidente«.
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