Conmemorándose un nuevo Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la historiadora Dora Barrancos reflejó en Radio Gráfica su visión personal de la jornada, el contexto general en la Argentina y también algunas reflexiones sobre la construcción del debate feminista.
«El contexto actual es aciago, hay retrocesos gravísimos en materia de derechos y esta es una inmensa oportunidad. Ya ocurrió en otros 8 de marzo que las mujeres peleamos por una saga enorme de derechos a conquistar: el aborto que el año pasado estuvo muy cerca, la necesidad de remover los obstáculos en el mercado laboral, en la diferencia de retribuciones que muy grande» destacó Barranco y agregó que «Las feministas estamos muy entonadas en perspectivas de grandes transformaciones en nuestro país para dar vuelta esta página dolorosa de retroceso general de derechos».
Las Mujeres Sindicalistas han instalado como consigna que «Sin justicia social no hay igualdad de géneros». Según la entrevistada, «lo que necesitamos es que se profundice este derrame de los feminismos a los sectores populares, a las trabajadoras para que efectivamente se haga más encarnada la resistencia a este modelo gravísimo que afecta tantos derechos» y resaltó la necesidad de encontrar prontamente «un modelo diferente donde haya políticas activas que prevengan la violencia contra las mujeres, políticas que hoy no existen».
Un debate que cruza al movimiento feminista desde hace décadas tiene que ver justamente con esto, la necesidad de encontrar su representación y anclaje popular, evitando la inserción del liberalismo como actor conducente. Bien conocido el tema lo tiene Dora Barrancos que aportó: «desde el punto de vista histórico hay que ser justas: el liberalismo radicalizado fue una marca muy fuerte para el feminismo inicial. El liberalismo era la forja de derechos individuales que les era retaceado a las mujeres, por eso aquellas liberales del siglo XIX dijeron ‘a nosotras también nos corresponde». Más cerca en el tiempo, desde los años sesenta y setenta se renovó la teoría feminista notablemente, «debemos reconocer que algunas liberales hicieron aportes importantes». Sin embargo «hay un liberalismo radicalizado que tiene que ver con las formas conservadoras en que se han dado los liberalismos en la Argentina» para la autora, «hoy día hay un tono general feminista que se compadece con algo mayor, algo que se ha llamado ‘feminismo relacional’ y es esto lo que me parece que en Argentina ha hecho converger con los movimientos sociales en general, garantizar a las personas una vida digna de ser vivida».
Luego de una recorrida por varias naciones, Barrancos comentó que «en otros países va a ser muy importante» y que «la Argentina destaca por la potencia que está teniendo y la extensividad, un movimiento masivo que comprende de una manera tan particular a las sub 20. Masividad y contundencia en la lucha anti patriarcal y anti autoritaria» son las características del feminismo nacional.
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