El 8 de enero de 1978, un grupo de tareas secuestró al atleta Miguel Benancio Sánchez. Fue en Villa España, partido de Berazategui. Aquella mañana, su familia lo vio ingresar vendado a un Ford Falcón. Nunca más se supo de él.
El periodista Osvaldo Jara recordó en Abrí la cancha su figura: «a cuarenta y un años de la desaparición sin resolver de Miguel, al igual que la de treinta mil compañeros, él representa a una generación de jóvenes que además de ser militantes eran deportistas, trabajaban, amaban la vida. Sánchez también era poeta, le gustaba escribir. Esto demuestra también cuál era el arquetipo del militante. Personas que tenían un montón de inquietudes entre las cuales se encontraba el deporte, y que trataban de desarrollar, a partir de esas inquietudes, algo fructífero para la sociedad. Miguel B. Sánchez también hacía trabajo barrial en la Unidad Básica de Villa España, y justamente lo secuestraron junto a muchos compañeros de ese local».
Consultado sobre las diferencias entre la conciencia política de los atletas en la actualidad, el entrevistado sostuvo que «si nosotros observamos la historia, las biografías, de muchos atletas de las décadas del ’50, ’60 y ’70, podemos mencionar la identificación del deportista con la defensa de una ideología y de un proyecto. En los tiempos de Miguel Sánchez existían muchos jóvenes que se destacaban por su militancia y que a su vez eran deportistas. Había un convencimiento de que ser militante, deportista, laburante y creativo eran parte de la misma cosa. En este momento hay un grave problema para que el deportista esté consustanciado siquiera con su disciplina. Por ejemplo, recién ahora está surgiendo un movimiento para defender el CENARD. Tiene que ver con una forma de ser del deportista de hoy, muy asociado a la idea del circuito comercial que incluso es tentadora en el circuito amateur».
Y finalemente Jara agregó respecto del mismo tema que «encuentro muy pocos deportistas que se identifican políticamente. Eso es un problema, que también es fogoneado por el periodismo deportivo liberal, según el cual estar en política es un defecto. Hay que discutir e instalar la idea de que la reivindicación política es necesaria en el deportista porque también ayuda muchísimo a lograr el crecimiento del propio deporte y de una política para el sector. Eso está ausente de la agenda del peridismo deportivo porque no se quiere hablar del tema, y en cambio se quiere ir con el glamour del espectáculo. Precisamente en ese formato y estructura se está moldeando a los deportistas. Podemos decir que esto empezó con el paquete comercial de la FIFA en la década del ’70. De ahí para adelante el deporte cambió muchísimo y con eso el perfil y la ideología del deportista».
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