La educadora popular Fátima Cabrera conversó con Punto de Partida tras declarar como querellante en el juicio «Superintendencia de Seguridad Federal», acerca de la importancia del juicio y de los testimonios de los sobrevivientes.
Cabrera explicó que «además de en la Superintendencia estuvimos detenidos junto a mi compañero, Patrick Rice, en lo que se llamó Garage Azopardo, otro Centro Clandestino de Detención y Tortura. Mi declaración fue un relato largo, de más de dos horas, con preguntas. Lo brindé con la convicción y el conocimiento de saber que se siguen haciendo los juicios. Estuve rodeada de docentes, estudiantes, familia y amigos, en ese sentido me sentí muy apoyada. Fue como hacer un recuerdo no solo de los lugares donde estuvimos secuestrados sino también por lo que vivimos en la cárcel legal, y posteriormente al estar sometidos a un régimen de libertad vigilada. Fue un período muy largo donde seguimos controlados, no podíamos salir de determinados radios de la ciudad».
Luego la entrevistada detalló que «en este juicio hay seis imputados y tres están presos, entre ellos Carlos Gallone y Antonio Guglieminetti. Hay otros tres que aún no se han presentado ante el tribunal. Los que están detenidos solo estuvieron en la primera audiencia en la cual declararon que toman el derecho a no estar presentes en las siguientes audiencias. Hemos esperado años y ellos hasta pueden tomarse ese derecho, que en otros juzgados no se concede. El día de mi declaración no estaba ninguno. Los juicios son importantes porque aparecen datos nuevos, permiten reconstruir lo que fue el Terrorismo de Estado. Es la primera vez que los sobrevivientes tenemos la oportunidad de hacer este relato, es nuestra responsabilidad como sobrevivientes por ser testigos de tanto horror y ser la voz de los que ya no están«.
Finalmente Cabrera indicó que «también declaró otra querellante cuya hermana fue sacada del Garage Azopardo. Se investigan cuatro asesinatos. El 20 de diciembre declararán otras personas que también fueron prisioneras allí. En total somos cinco querellantes y hay unos treinta testigos. Todo esto también es muy importante porque es un aprendizaje. La población escucha acerca de los juicios, pero tal vez no dimensiona lo que significa para una democracia, para un país que sufrió todo esto. A pesar de que se tarde tanto y todo lo que sabemos que puede significar hoy el sistema judicial, hay necesidades de que todo lo que sucedió se pueda visibilizar y de tener una voz ahí producto de una larga lucha«.
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