Se mantiene y recrudece la interna del Sindicato de Empleados de Comercio que hace más de 30 años conduce Armando Cavalieri. En septiembre, se realizaron las elecciones de la seccional Ciudad de Buenos Aires que representa el principal distrito del Sindicato y nodal para disputar la conducción nacional. Los comicios fueron denunciados como irregulares por el actual secretario gremial del SEC, Ramón Muerza que ha iniciado una fuerte campaña para reemplazar a Cavalieri. Este lunes, los trabajadores representados por el dirigente fueron hasta la sede del Sindicato; según Muerza comentó a Radio Gráfica «fuimos a una elección tramposa avalada por el ex ministro Triaca y la funcionaria Karina Palacios. Lo denunciamos y la justicia nos dio la razón, nos acompañaron 11.000 compañeros votándonos. Hoy el sindicato está acéfalo, se vencieron los mandatos y no nos dejan asumir, nos encontramos con que está cerrado, vallado por la Policía de la Ciudad».
Previo a las últimas elecciones, el contrincante de Cavalieri había denunciado la inclusión de numerosos afiliados fallecidos en el padrón electoral, hecho que abrió una puja judicial que no ha concluido aún sobre la legitimidad de los comicios. Según el hombre de fuerte trabajo entre el personal de la empresa COTO, «La justicia comprobó nuestras denuncias. La autorización que había conseguido Cavalieri 24 horas antes de la elección fue revocada, la justicia nos dio la derecha el lunes pasado. Este hombre quiere conducir el sindicato con el 80% de los delegados en contra».
Esta puja interna, cabe destacar, no responde como sucede en otros sindicatos, a la fortaleza y la combatividad necesaria de la etapa, sino que ambos bandos encuentran respaldo en distintas zonas de Cambiemos. Así como Muerza desde hace meses mantiene fluidas relaciones con el jefe y vicefeje de gobierno porteños, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli y otros sectores cercanos, Cavalieri sustenta aún su posición con el excluido Triaca y otras autoridades de la ex cartera laboral. Apartado este último, Muerza señaló que «ahora tenemos confianza en el Ministerio de Trabajo, antes nos estaban robando. Hicimos la presentación judicial y mandamos a nuestros abogados para poder asumir como corresponde». El Sindicato de Empleados de Comercio cuenta con 1.200.000 afiliados a nivel nacional; es el gremio más grande del país y administra una obra social y una cantidad de recursos acorde a su tamaño, lo cual lo hace presa anhelada por varias fieras dentro del gobierno macrista.
LFE/GF/RG