La situación en la Argentina se ha tornado tensa. Y oscura. Martín Licata, periodista crítico del gobierno macrista, fue reconocido a última hora del miércoles, tras ser encontrado su cuerpo en un albergue transitorio del barrio de Flores con signos de ahorcamiento. El joven de 27 años era buscado desde el sábado pasado, cuando salió de su casa del barrio de Floresta; desde entonces, su familia perdió contacto.
El cuerpo del periodista fue retirado del hotel por efectivos de la comisaría 40 y trasladado a la morgue. Allí fue identificado por sus familiares. Vale recordar que la familia presentó un hábeas corpus ante la Fiscalía número 5, a cargo de César Troncoso.
Su hermana Mariel había precisado a través de Facebook que Martín “salió de casa a las 9 AM del sábado y desde entonces no tenemos noticias de él. Tiene 27 años, mide 1,85mts y llevaba puesta la camisa azul de la foto, un jean negro y zapatillas blancas”.
Mariel Licata indicó que «no sabemos adónde fue«. Pero brindó un detalle de interés: en una ocasión “alguien” respondió uno de los tantos llamados que hizo su familia, y luego se recibió un SMS «preguntando por un nombre que no conocemos«. De acuerdo con el testimonio de su hermana, Martín tampoco recibió los mensajes de WhatsApp enviados por sus familiares.
El otro elemento singular es que, según fuentes policiales, El cuerpo de Licata estaba maniatado y tenía una «trenza de goma sujetada a un trozo de madera» alrededor del cuello a la manera de un torniquete.
El joven, que se desempeñaba en varios medios (La Batalla Cultural, Kontrainfo y Sudestada) en los que firmaba con el seudónimo Martín D’Amico, había recibido amenazas a través de Facebook.
La familia temía que su desaparición estuviese vinculada a esos antecedentes por lo que había convocado a una conferencia de prensa para este jueves a las 10 en la sede de la CTA-Capital y a una concentración Rivadavia y Mariano Acosta a las 18.30.
Como elemento a considerar, el conserje del albergue transitorio y otros testigos aseguraron a los policías que el hombre había ingresado al hotel con una joven de 25 años a las 11.30 y que ella se había retirado sola alrededor de las 13.30.
Por este motivo, la mujer, que aún no fue identificada es intensamente buscada por las fuerzas de seguridad. En el lugar del hecho realizaron los peritajes correspondientes personal de la Unidad Criminalística Móvil y de Homicidios de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. En esa causa interviene la Fiscalía Criminal y Correccional 3, a cargo de Marcelo Daniel Roma.
El último texto de Licata, publicado en su muro el 15 de noviembre a las 17.04, señala:
“Se supone que el hombre moderno es más libre que nunca en la historia porque tiene libertades democráticas, libertad de expresión, libertad de culto, libertad sexual, y sobretodo es libre porque puede vender todo, y libre porque puede comprar todo, busca en la sociedad de consumo, en los objetos, la plenitud que perdió en las relaciones modificadas por la producción, la libertad del hombre aparece no de forma directa sino mediante el trueque en el mercado. ¿No es el mercado el ente que regula el carácter ideológico bajado por los medios de comunicación masivos? ¿No es el mercado el sistema que resuelve la libertad sexual de las minorías a través de los procesos de hormonización y cirugías de reasignación de género? La materialización de esas relaciones termina siendo transformada de manera indirecta en relaciones de cosas, en propiedades de cosas, en mercancías. La base de ese consumismo ininterrumpido y ascendente, es el hecho de que, como apuntaba Marx: «…la riqueza de las sociedades capitalistas aparece como una monstruosa colección de mercancías, y la mercancía singular como su forma elemental». En su desarrollo natural el capitalismo neutraliza todas las reivindicaciones liberales, reivindicaciones que se toleran y se promueven, porque así se despolitiza la economía y se mata a la verdadera política, por lo que la única relación que puede existir en los reclamos liberales es la relación que tienen con el Capital. Producto de todo eso es la militancia posmoderna que hoy plantea la idea de una libertad llevada hasta sus últimas consecuencias, libertad incluso de cambiar las vocales. ¿La verdadera libertad no sería en realidad, la de independizarse de la economía? Librarse de esa fuerza independiente de uno, fuerza que nos domina, que desfigura y falsea nuestra conciencia como resultado de las contradicciones del proceso social, liberarse en fin, de la lucha por la existencia de ganarse la vida, liberarse de esas condiciones materiales sobre las que no ejercemos ningún control. Esa es la única liberación de masas que confirma la necesidad de una sociedad libre capaz de convertir valores humanistas en condiciones humanas de vida. En resumen, los reclamos liberales son la consecuencia de una compleja forma de alienación, en donde las falsas necesidades a la larga imponen a los individuos su propia represión, así es como la izquierda posmoderna cumple una función social determinada por factores económicos”.
La firma, claro, es de Martín D´Amico, el seudónimo que utilizaba el joven periodista a la hora de redactar. Se autodefinía como “comunista”. El interrogante, está abierto.
GF / LSM / RG