Se conoció el acuerdo entre el Ministerio de Producción y Trabajo que encabeza Dante Sica, las cámaras empresarias y la Confederación General del Trabajo de otorgar -no obligatoria ni universalmente- a los trabajadores un bono de 5.000 pesos en dos cuotas y avanzar en la regulación previa ante cualquier despido que se realice por parte de las empresas. En Radio Gráfica, Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Federal de Trabajadores criticó el acuerdo y planteó las limitaciones en que incurre la raleada conducción de la central en la perspectiva general.
«Se repite la negociación del año anterior y el resultado va a ser el mismo. Es un error pensar que se puede acordar un paliativo a la grave situación que viven los trabajadores a través de un bono y una advertencia sobre los despidos. El pedido real debe ser el cambio de la política económica, defender el poder adquisitivo del salario y los puestos de trabajo. No hay paliativo que justifique ir para atrás con el paro».
Según Amichetti, es singular que a diferencia del año pasado, «lo que no conocemos es la letra chica del decreto, saber qué dice, no podemos asegurarnos de que suceda otra cosa» y agregó con respecto al tema despidos que aquellas empresas que no tienen producción, despiden en este momento ya que es una cadena de achicamiento». La entrevista se desarrolló en Desde el Barrio, por la Gráfica, con Lautaro Fernández Elem.
El acuerdo del año 2016 consistió en un bono de 2000 pesos que no fue asegurado por la mayoría de las empresas y un compromiso de no generar despidos durante un plazo que tampoco fue respetado. Hoy en día «el mismo gobierno dice que no hay perspectivas de reactivación a corto plazo, que no hay posibilidades de detener la recesión, evitar los despidos no es posible. Una empresa antes de frenar despidos y agravar su situación financiera termina cerrando. No hay modificación en absoluto de la política económica y no hay ninguna solución para el pueblo, sólo le damos oxígeno a una política que destruye la economía estructuralmente» afirmó.
Ante estas circunstancias, la Confederación General del Trabajo que ya no cuenta con Juan Carlos Schmid en el triunvirato, que tiene menos integrantes en el consejo directivo y que habilitó la negociación sectorial con el gobierno de algunos sindicatos como UPCN, continúa con la dilación no sólo de las medidas de fuerza sino también con las convocatorias orgánicas. «Le venimos pidiendo a la CGT una reunión de Comité Central Confederal que no han concedido y le venimos planteando un paro de 36 horas con una posición mucho más firme».
En respuesta a esta condición, se ha conformado el Frente Sindical para el Modelo Nacional «buscando darle continuidad al plan de acción de la clase trabajadora, lo que no surge de la CGT, pero no por eso dejamos de plantear que sea la CGT la que encabece ese plan. Seguimos discutiendo la estrategia como Frente Sindical, hemos estado en la calle, hemos estado discutiendo con distintos sectores de la vida política actividades unificadas para dar pelea a este modelo construyendo un gran frente que pueda generar una vía política que pueda revertir esto» señaló el dirigente. «Creo que va a ir creciendo. Este frente puede contribuir en lo político a lograr a desplazar algunos sectarismos y apuntar a recuperar el gobierno con un programa contrario al de este gobierno».
La construcción de este gran espacio opositor no sólo opera sobre la resistencia y confrontación a la política de vaciamiento sino que debe proponerse una proyección de futuro: «el desafío no es solamente superar esta situación sino tener la organización política necesaria para desarrollar un proyecto popular ante los obstáculos que se van a presentar. Debemos lograr que el nuevo gobierno llegue no sólo con votos sino con la fortaleza necesaria para plantarse ante el FMI y ante el sistema financiero, que pueda rectificar las políticas actuales».
Ante la consulta de la participación sindical en las listas y representación política del 2019, Amichetti propuso que «el movimiento obrero tiene un rol fundamental, pero es importante la contribución a las listas y espacios sólo si es coherente con esa perspectiva, sino es solamente formal» aseveró.
Finalmente, se refirió a la actividad que se viene dando desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) luego del alejamiento de Schmid del triunvirato y su rol en ese espacio. «Es un bloque importante por lo que significa el transporte, con mucha fuerza en la lucha sindical. De todos modos lo que hay que corregir son esas actitudes de gremios que actúan en función de la negociación sectorial y no de conjunto. Como Corriente el obstáculo que hemos encontrado en la CGT es precisamente esta actitud sectaria de algunos gremios que piensan que se pueden salvar individualmente».
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