Pese a la lluvia y al dispositivo represivo, miles de personas se movilizaron en los alrededores del Congreso Nacional. Muchos acamparon desde entrada la tarde noche del martes a modo de vigilia contra la posible media sanción que la Cámara de Diputados otorgaría al proyecto oficial de Presupuesto 2019.
Para ocultar los argumentos contrarios al programa económico liberal y los cuestionamientos a una normativa inspirada en los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno realizó una acción comunicacional enlazada con el operativo de seguridad. El debate arrancó con el diputado Luciano Laspina (PRO), quien fue transmitido por todos los medios.
En el instante en el cual tomó la palabra el diputado Axel Kicillof (UC), comenzaron los incidentes. La lúcida intervención del ex ministro, que desmontó todas y cada una de las mentiras planteadas por su predecesor, fue ignorada por las pantallas y los diales para enfocarse sobre el litigio en la Plaza del Congreso.
Las fuerzas de Seguridad inspiradas por la ministro Patricia Bullrich fueron mucho más allá de reducir un puñado de manifestantes: iniciaron una cacería que persistía sobre el cierre de este artículo. El equipo de periodistas de Radio Gráfica pudo corroborar las agresiones y disparos contra columnas pacíficas, a varias cuadras del lugar de concentración original, hay numerosos heridos y detenidos.
Alejandro Amor, titular de la Defensoría del Pueblo, afirmó en Radio Gráfica que la organización de los incidentes estuvo a cargo «de la policía de Rodríguez Larreta«; agregó: «Tenemos las filmaciones y fotos de las personas encapuchadas. No son militantes ni personas que venían a manifestarse. Los tenemos filmados. Acá hubo presencia de personas que no sabemos quienes son»
Al conocerse la provocación violenta organizada por el oficialismo, los diputados opositores reaccionaron. Algunos salieron a las calles para evitar la represión, y fueron golpeados por los uniformados. Otros, exigieron un cuarto intermedio, responsabilizaron al gobierno porteño y al nacional por lo que ocurría y pidieron la presencia de Bullrich.
Pero la operación mediática siguió: con un libreto preciso, los legisladores oficialistas plantearon a viva voz que los opositores no querían debatir, no deseaban escuchar lo que ellos tenían para decir y que carecían de rasgos democráticos. Toda la batería de prejuicios antipopulares quedaron evidenciados y, nuevamente, difundidos hasta el hartazgo.
Sin embargo, en inteligente respuesta, los diputados Agustín Rossi, Mónica Macha, Felipe Solá, Nicolás del Caño, Leopoldo Moreau entre otros, responsabilizaron directamente al gobierno nacional de lo acontecido, señalaron que la movilización se realizaba en contra del plan de ajuste y miseria, y que la represión estaba preparada de antemano.
La sesión especial en la Cámara Baja, si se reanuda, puede tener una extensión de 16 maratónicas horas. En ese contexto, la Casa Rosada espera que además de los votos asegurados de los legisladores de Cambiemos, se sumen sectores que negocian parcelas de beneficios con ese fin.
Afuera, entre los integrantes de movimientos sociales, sindicatos y demás espacios afectados por el ajuste oligárquico desde 2015 se percibía un intento de reagruparse para retomar la presencia en la Plaza. Vale recordar que las más variadas organizaciones populares convocaron a esta manifestación y que al iniciarse la violencia incentivada por el gobierno seguían llegando columnas.
Este martes, una sesión escandalosa que terminó con insultos y acusaciones cruzadas hizo que el oficialismo consiguiera las firmas para darle dictamen al proyecto y convocara a la sesión especial de hoy. El Presupuesto propuesto implica además de los recortes, el promocionado déficit cero.
Ese indicador significa que el Estado argentino no emitirá, y que resignará toda inversión productiva que favorezca el circuito económico nacional. Es decir, una profundización de la política antiindustrial observada hasta el presente. La admisión del Presupuesto facilitaría al FMI las exigencias de cumplimiento de un acuerdo antiproductivo.
GF / RG
