Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Federal de Trabajadores, conversó con La Señal acerca de la actualidad del movimiento obrero argentino.
Amichetti destacó en primer lugar que «el encuentro de la Corriente Federal de Trabajadores realizado el viernes 12 de octubre en Moreno fue muy intenso, con mucha participación, con opiniones muy interesantes desde el punto de vista de la construcción sindical, de la necesidad de la unidad en un gran frente. También fue muy importante la reunión del martes 16 con medio centenar de intendentes bonaerenses. Los problemas sindicales que provoca este proyecto económico en el trabajo y los salarios, también tienen relación directa con la problemática del territorio, como el cierre de empresas y vecinos que no pueden pagar sus facturas. Se definió que tenemos que coordinar esfuerzos, generar acciones en común, y coincidimos en la necesidad de rechazar el presupuesto. También se sugirió una coordinación permanente para generar otras acciones».
En diálogo con Gabriel Fernández, el sindicalista también anticipó que «la marcha del 20 de octubre en Luján será muy importante porque supera lo sectorial. La idea es que haya una presencia multitudinaria, dejando de lado banderas políticas e incluso religiosas, para generar un hecho de masas basado en la profunda fe que tiene el pueblo argentino en cuanto a sus propias fuerzas para la defensa de lo nacional, lo popular, la dignidad y la justicia social. Además está en línea con lo que plantea el papa, que es argentino y tiene una postura muy comprometida contra el capitalismo financiero salvaje, destructivo del trabajo y la dignidad humana. También lo han demostrado los obispos, que han impulsado espacios de encuentro para enfrentar estos padecimientos».
Finalmente Amichetti reflexionó acerca de un nuevo aniversario del 17 de octubre de 1945 y el papel actual de movimiento obrero al sostener que «los desafíos siguen siendo los mismos a pesar del paso de tantos años. Es la disputa entre los sectores oligárquicos y el pueblo en la defensa de sus derechos. Nada viene solo si no hay lucha y movilización popular, y si no hay una expectativa como en ese momento fue Perón y hoy tendría que ser un gran frente patriótico. Por eso apostamos hoy a la movilización, la capacidad de torcer el rumbo está en nosotros mismos. La gran cuestión es que se unan las voluntades del pueblo, en esa dirección estamos y otros sectores nacionales, como las pymes, los pequeños productores agrarios, y los sectores estudiantiles también esperan que la clase trabajadora sea el motor en la reconstrucción de una fuerza política que revierta esta situación que estamos viviendo».
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