En el marco de la marcha nacional en defensa de la Universidad pública, Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), explicó en Radio Gráfica que el conflicto «no es sólo de salario docente» sino que hay problemáticas en torno a «la subejecución presupuestaria» en gastos básicos, esenciales para el funcionamiento de las instituciones, por lo que «hay un descontento de toda la comunidad universitaria».
Este martes, Mauricio Macri y Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación, recibieron a algunos rectores de diferentes Universidades. Calzoni no estuvo entre los convocados pero informó que la reunión no dejó «ninguna definición, se dijo que se iba a tratar de llegar a un tipo de esfuerzo para mejorar el salario docente, pero no es sólo un problema de sueldos. Hay un tema más profundo que tiene que ver con problemáticas de subejecución presupuestaria en los gastos de funcionamiento, que tienen que ver con los servicios e insumos para funcionar».
En diálogo con Lucas Molinari, Calzoni advirtió que, por falta de presupuesto, se paralizaron «el desarrollo científico tecnológico y todos los programas que estaban vigentes desde el Ministerio de Educación, a lo que se suma el no arreglo de la paritaria». En la última reunión salarial, el Gobierno reiteró su oferta de un 15% en cuotas, lo que fue rechazado por los gremios que exigieron un 30% con cláusula gatillo. «Veo un panorama complejo, ojalá se puedan resolver los problemas porque lo que más quiero es que los chicos estén en las aulas», reflexionó el rector de la UNDAV.
Calzoni también hizo referencia a la delicada situación de infraestructura que padecen las Universidades. En el caso de la UNDAV, «con falta de aulas y dependemos del presupuesto nacional, por lo que se hace más complejo. Tenemos cinco edificios y para todo el funcionamiento vienen $1.700.000 por mes. Si alguien puede lograr que con eso funcione, hay que darle un premio porque es imposible ya que hay una infinidad de gastos. A eso se suma el colegio técnico secundario que tenemos y que estamos financiando, incluso, con parte de nuestros sueldos».
Frente a este panorama, «hay un descontento de toda la comunidad universitaria», describió y agregó que la cuestión «no es solamente resolver un problema coyuntural, es la macroeconomía, los chicos se caen por los problemas socioeconómicos que implican pagar el transporte, los servicios y el desempleo».
Al respecto, reflexionó que el desfinanciamiento obedece a «una matriz ideológica del Gobierno actual. Desde el 83 para acá, este es uno de los gobiernos más de derecha que pudimos haber tenido, y eso implica un desprecio por lo público y, en particular, con las Universidades que generan pensamiento crítico. Por otro lado, creo que es un Gobierno que está con el Excel en la mano y su único propósito es ajustar lo que ellos consideran un gasto del Estado y financiar la fuga de dólares».
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