
Walter Formento, director del Centro de Investigaciones En Política y Economía (CIEPE), dialogó con La Señal acerca del rumbo económico del gobierno de Mauricio Macri, y de su relación con el contexto político mundial.
Según Formento «Macri gobierna irresponsablemente tomando deuda. Esto quiere decir que no tiene en el horizonte ninguna consideración en términos de cómo la va a poder pagar. Esta solucionando el problema de cómo poner en marcha un proyecto de gobierno a partir del endeudamiento, la especulación y la relación con determinados actores internacionales. Seguramente se van a ver atraídos por las tasas de interés, pero como el mismo Macri no apunta a generar recursos desde el punto de vista industrial y productivo no tiene como pagarla. Hay una decisión de gobierno, de carácter especulativa, de tomar beneficiarse personalmente y como grupo a partir de la deuda y descargar el peso del pago en las espaldas del pueblo argentino«.
Luego el entrevistado precisó que «desde el lado de las cuentas públicas el gobierno puso al país al borde del default. Macri sabe exactamente que esa es su situación, que no puede dar cuenta de los pagos que tiene que hacer a cuenta de la deuda que ha tomado. Técnicamente ya está en cesación de pagos. Por eso ya empieza a hablar de cómo acomodarse, de cómo construir la mejor salida del gobierno sin que esto afecte los negocios de los grupos económicos que forman la ‘corte’ macrista. Pero por otro lado los grandes jugadores financieros internacionales han lanzado una ofensiva desde Wall Street, manifestada por la caída de las acciones de las empresas que cotizan en esa bolsa y que han copado el gobierno argentino«.
Finalmente Formento observó que «gobiernan especuladores que ya conocemos pero en otro contexto mundial. En Estados Unidos Donald Trump busca recuperar el control del mercado interno norteamericano. Expresa a los grandes sectores productivos y tiene como principales oponentes a los grandes jugadores del globalismo que normalmente gobiernan a través del Partido Demócrata. Por lo tanto Trump mantiene un diálogo fluido con Rusia y con China en todo lo que hace a debilitar a esos sectores desde el plano internacional. Al mismo tiempo mantiene un enfrentamiento secundario con los continentalistas de su propio partido. Su política de confrontación con los dos grandes actores del unipolarismo financiero se ve hasta en la forma en que operó para romper el bipartidismo mexicano en favor de Andrés Manuel López Obrador«.
MG/GF/RG