Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio Interior, conversó con el equipo de Terapia de Grupo, acerca de la coyuntura política argentina.
El ex secretario de Comercio Interior planteó en primer lugar que «ni los gobiernos de Raúl Alfonsín ni de Fernando De la Rúa subieron las tasas de interés para inhibir las consecuencias de su propia inoperancia. Las inconsistencias del actual experimento juntaron en un mismo tiempo y lugar los desequilibrios macroeconómicos que colapsaron a esos dos gobiernos. Entonces decide que subiendo la tasa de interés, como si eso no trajera consecuencias, va a poder terminar su mandato. El problema es que del otro lado se produce un hecho singular en la economía argentina. Por primera vez las grandes empresas sufren tanto o más que las PyMes. Cuando Techint vende una tonelada de acero no sabe si amortizó o no el costo de instalar el alto horno necesario para fabricarla, porque no sabe qué tasa de interés tomar. Ni siquiera pueden pasarse al mercado financiero, tienen enormes costos fijos».
Luego el entrevistado señaló respecto a la interna del peronismo que «necesitamos que broten muchos candidatos peronistas para que nos encontremos cada uno con sus particularidades. Desde mi perspectiva no hay que volver a poner a algunos supuestos cuadros políticos a administrar YPF porque la terminó manejando Miguel Galluccio, que hizo un desastre. El próximo plan de negocios de la petrolera estatal se tiene que hacer en el confederal de la CGT. Porque llegó la hora en que si el peronismo piensa que los trabajadores son los que defienden los intereses permanentes de la patria, tiene que darles las herramientas para que hagan esa tarea. El paro general fue fabuloso. Hasta que no ganemos una elección, los dirigentes políticos no podemos señalar con el dedo a ningún dirigente sindical«.
Finalmente Moreno afirmó que «hay que organizarse y tomar no solo el gobierno, sino también el poder. Para hacer un mega plan de obras públicas está la plata que se blanqueó cuando el gobierno de Mauricio Macri brindó la posibilidad de hacerlo. Hay que señalar con nombre y apellido a la gente que entró al blanqueo y pedirle prestada la plata al 10% anual. Sin el poder dejan el dinero afuera. De eso se trata, de tomar decisiones y tener la capacidad de implementarlas. La oligarquía está sola, ni la marina la protege, ¿y vamos a dejar de señalarla como responsable de lo que está pasando para señalar al FMI? Si estamos ahí de tomar el poder, ¿por qué tantos compañeros se confunden a la hora de identificar al enemigo?».
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