Karen Arrúa, ex presidenta de la agrupación Jóvenes PRO de Esteban Echeverría y actual denunciante en la causa por falsificación de aportes en la campaña de la gobernadora María Eugenia Vidal, conversó con Punto de Partida acerca del estado de la causa y de su decisión de alejarse del partido oficialista.
En diálogo con Lucas Molinari, Arrúa explicó que está «dando a conocer, a través de redes sociales, distintos casos de personas, de militantes, que no tienen solvencia económica, que aparecen en las listas de aportantes de 2015 y 2017. Conozco un caso de un vecino llamdo Claudio Oviedo que es beneficiario de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y que vive en condiciones de extrema vulnerabilidad. Al parecer figura entre la gente que puso plata para la campaña del PRO gracias a que el Ministerio de Desarrollo Social maneja sus datos. Los datos que aportó Juan Amorín también indican que figuran muchísimo beneficiarios de planes sociales, lo cual marca que el ministerio no escapa a la responsabilidad en la cuestión. No se trata de uno o cinco, sino de cientos de casos«.
Luego la entrevistada contó que «estaba al frente de Jóvenes PRO en Esteban Echeverría, y era subcoordinadora de la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires. Empecé a detectar políticas antisociales en 2016, especialmente en la suba de los servicios públicos. Lo hablé puertas adentro con mis pares de la juventud y con dirigentes de Cambiemos, y la respuesta que siempre recibí fue que tenía que tener en cuenta la pesada herencia, las condiciones en que se encontraba el Estado, el déficit fiscal, etc. Cuando se trató la Reforma Previsional, me di cuenta de que la hipótesis de la situación heredada quedó disuelta. A partir de este desacuerdo decidí que lo mejor y más sincero era despegarme de este ajuste brutal. Lo hice antes de que comenzara el escándalo de los aportes truchos».
Finalmente Arrúa sostuvo que «es aconsejable que la gente que figura como aportante (no es mi caso), haga la denuncia correspondiente en la justicia. Yo realicé una denuncia en esta causa, y voy a hacer una segunda penal por las amenazas que he recibido. Una fue una intimidación pública, cuando al bajar de un tren el 16 de julio una persona comenzó a seguirme y llamarme por mi nombre durante tres cuadras. La otra fue al denunciar prácticas clientelistas de Cambiemos, y que los que han hecho denuncias en la causa por aportes truchos también están recibiendo amenazas y aprietes. Recibí una amenaza de muerte explícita a través de las redes sociales. No puedo apuntar contra el PRO como autor de las intimidaciones, pero me llama poderosamente la atención cómo la gente de Cambiemos no repudia las amenazas ni desmiente que sea responsable».
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