Isabel “Chavela” Molina, militante histórica del sindicato Federación Gráfica Bonaerense, dialogó con Úrsula Asta y Valeria Rodríguez en Radio Gráfica. Recordó a Evita, se refirió el movimiento obrero y al movimiento de mujeres. “Hasta que me muera voy a seguir peleando”, definió.
“El nombre Chavela me lo puso un compañero de gráficos, porque no me gustaba que me dijeran Isabel”, comenzó en alusión a su apodo, por el cual es conocida mucho más que por su nombre, Isabel Molina. “¿Chavela te gusta?, me preguntó. Y yo pensé en Chavela Vargas, entonces obvio que sí”, compartió.
“Aparecí en el gremio con mi militancia política, me llevó mi compañero, que está desaparecido. Tengo un hermano desaparecido gráfico, Jorge Molina”, contó. Y profundizó sobre su participación en el sindicato: “Desde el 67 empecé a militar en el gremio y aprendí gracias a los compañeros gráficos el oficio. Y ser gráfica es maravilloso, es artístico. En realidad, es creativo. Yo me enamoré del trabajo gráfico”.
En esa línea, se refirió a Ongaro, quien “estuvo 14 veces preso, exiliado, desaparecido, le mataron su hijo la Triple AAA y él siempre luchó” y sumó: “Y lo que más rescato es que a las mujeres en el gremio siempre nos dio mucha participación. Lo que más nos pedía era que participemos en los talleres y el hecho tal es que tuvo a cuatro grandes compañeras en las cuales confiaba y aparte de acompañarlo cuando él estaba fuera del país o perseguido, eran el pulmón o guía del sindicato, que nunca dejó de trabajar”. “Incluso cuando estuvo intervenido trabajábamos en la clandestinidad”, agregó.
Sobre Evita sostuvo: “Tuvo un papel fundamental para que se firmara nuestro convenio de gráficos que estaba cajoneado. Después, el 17 de junio de 1950 se logró que se firmara gracias a la participación de Evita. Por eso nuestro día es el 7 de mayo, es el día gráfico y es su cumpleaños”.
“Evita, en esos 7 años, cambió para siempre la política para el país y para las mujeres. Odiada porque era pobre, artista. Supo sentir lo que necesitábamos como sociedad para cambiarla y lo seguirá haciendo. Renunció a todo, pero dijo que iba a dejar jirones de su vida, que el pueblo iba a levantar su bandera. Y ese es el homenaje que tenemos que hacerle, todo el pueblo, la clase trabajadora y sobre todo las mujeres”, reflexionó.
Sobre la actualidad política, dijo que el panorama “es catastrófico y cruel”, que es “hacer daño para llenarse los bolsillos con nuestros sueldos”. “No nos van a dejar nada. Y yo estoy llegando al final de mi vida, pero pienso en mis hijos, mis nietos, los hijos de mis nietos. Nos quieren quitar la dignidad de pelear. Nos ponen ahora al Ejército, que sabemos lo que significa”, señaló.
Tras la entrevista, Chavela se dirigía a cumplir actividades en la Federación Gráfica Bonaerense, ubicada en el histórico edificio de la CGT de los Argentinos. Su militancia está intacta. “Me gustaría tener 20 años. Hasta el último día, hasta que me muera, voy a seguir peleando. Es mi vida, lo que siento como clase obrera. Y además, me gustaría que las generaciones que vienen continúen. A mí me alegra mucho que en las movilizaciones haya muchos chicos jóvenes”, planteó.
Por último, opinó sobre el movimiento de mujeres y sentó su postura en favor del aborto legal. “Es mucho más fácil para la nueva generación pelear por sus derechos, poder imponerse. Antes hacías un planteo y tenías la mirada de mamá o papá: Esta chica está loca. Antes la mujer para qué iba a estudiar o trabajar, tenía que saber coser o cocinar para el marido. Hoy las chicas pelean».
«Ahora es más fácil y hay que empujar. Esto se ve con la lucha a favor de la ley de aborto, que es para que las mujeres no se mueran. Y además, yo estoy a favor porque no es que quieren salvar la vida de dos, como dicen ellos, sino que están defendiendo un negocio que se acaba para muchos”, finalizó.
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