
El biólogo Raúl Montenegro advirtió sobre el uso del glifosato en Córdoba y el resto del país. En el marco de su pelea contra el herbicida, logró que una ordenanza municipal prohibiera su uso en la capital de Córdoba, con «logros en escalas más pequeñas», como en la ciudad de Rosario.
René Oviedo, periodista de la Red de Comunicadores del Mercosur, de Corrientes, fue quien habló con Montenegro y reveló el contenido de esa charla en Panorama Federal. El biólogo le explicó que «siempre fue una empresa muy compleja pelear contra corporaciones tan grandes, no sólo el caso de Monsanto con el glifosato, sino cualquier otra de las grandes corporaciones: Singenta, la propia Basf».
En esa pelea, «se logró en Córdoba expulsar a Monsanto, la planta procesadora de semillas transgénicas mas grande del mundo». Pero también destacó que «es importante hacer logros en escalas más pequeñas, como lo hizo la ciudad de Rosario, donde se prohibió el uso del glifosato» y el hecho de «ir logrando pequeñas victorias, que son mucho más pequeñas, que lograr la prohibición para todo el país del herbicida glifosato».
En el caso de la ciudad de Córdoba, Montenegro contó que «hicimos el proyecto de ordenanza que presentamos en el Concejo Deliberante de la Municipalidad y darán lugar, sin ninguna duda, a un vigoroso debate, porque la provincia de Córdoba, aparte de ser ambientalmente una de las peor administradas del país, tiene un sector de sojeros muy importante y que seguramente se van a movilizar para bloquearlo«. Pero «lo importante es defender la lucha y aunque sea en un territorio, se logre bajar el glifosato de lo que se usa cotidianamente«.
Además, el biólogo explicó que «en Argentina no se hacen estudios epidemiológicos continuos, no se sabe la cantidad de gente que se enferma y muere en cada lugar por todas las causas. Sí hay, en algunos lugares, registros sobre tumores, pero en todo el país no se registra, por lo tanto no sabemos la gente que se enferma y muere en cada jurisdicción, mucho menos de las posibles causas».
Oviedo contó que tuvo una charla profunda con el biólogo respecto de «una situación puntual que se da en ciudad de Córdoba, en la capital, y que tiene que ver con una ordenanza para restringir el uso del glifosato en el ámbito de la capital cordobesa«, causa en la que está vinculado Montenegro, que en 2004 recibió el Premio Nobel Alternativo.
La lucha de Montenegro comenzó en Rosario, por eso «hablamos con él, para conocer de qué se trata este proyecto, y la aprehensión que va provocar en los grupos concentrados, porque seguramente van a reaccionar respecto de este producto, el glifosato, que es muy nocivo y que ya hay varias opiniones de organismos mundiales, de la alta probabilidad de que sea cancerígeno«.
El proyecto para prohibir el glifosato en la capital cordobesa fue realizado entre el biólogo y «Tomás Méndez, concejal del bloque ‘VAMOS’ y también periodista de C5N». Según explicó Oviedo, Montenegro participó de los exámenes aleatorios hechos en la Universidad de Córdoba «para determinar los niveles de contaminación que se registraron en análisis de orina de personas que no tuvieron contacto directo nunca con el glifosato. Todo esto tiene que ver con una condición ambiental que es favorable para el uso de este producto y que es nocivo para la humanidad, ya lo vienen diciendo muchas organizaciones mundiales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se expresó respecto del tema».
En ese marco, Montenegro pidió «conocer al territorio y el enemigo» de la lucha contra el glifosato porque «el enemigo es aquel que va a saltar con todas sus garras y oponerse y obstaculizar un proyecto de esta magnitud, porque Córdoba es una de las provincias mal manejadas a nivel federal, ambientalmente en la Argentina».
«Esta situación generó un conflicto entre el Ministerio de Agricultura de la Nación y diversos municipios que habían resuelto prohibir el glifosato dentro de sus territorios. El ministerio les respondió que no tenían derecho, que es una decisión del Estado Nacional y que los estados municipales no podían inmiscuirse. Ya no se trata de si se aplican o no retenciones a la soja transgénica, de lo que se trata es de desmontar, desarticular el modelo sojero«, dijo el periodista.
Oviedo recordó que «los tres ministros más cuestionables, Lino Barañao (Ciencia Y Técnica), Sergio Bergman (Medio Ambiente) y Miguel Etchevehere (Agroindustria) salieron a bancar al glifosato, fundamentalmente Barañao, que minimizó el impacto de este producto diciendo que no es para tanto. Lógicamente salieron a responderle muchos y Montyenegro nos dijo a nosotros: es un chanta».
Respecto de las declaraciones de Barañao, el biólogo planteó que dijo, él y los otros funcionarios, «muchas cosas que correspondería encuadrarlas en alguna figura delictual, porque no se puede hacer la minimización irresponsable que hizo este señor Lino Barañao». Por eso, planteó que «se puede decir» que el Ministro de Ciencia y Técnica es «realmente un chanta puesto en la función pública».
Finalmente, René Oviedo opinó que «el tema de la soja no sólo es de este gobierno, es una política pública. Estos vínculos, estas apuestas a la sojización viene de larga data, tiene que ver con una historia varios años, por lo tanto aquí las luchas de resistencia, como estrategia, empiezan a darse en pequeñas escalas para tener grandes victorias, esto es lo que sostiene en el fondo Raúl Montenegro».
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