En medio del conflicto por el despido de trabajadores en la municipalidad de Fray Luis Beltrán, la sede del Sindicato de Trabajadores Municipales de la provincia de Santa Fe fue atacada a balazos.
Horacio Saró, periodista de Cooperativa La Maza, de Santa Fe, explicó que el secretario general de FESTRAM, Antonio Ratmer, denunció «el ataque a balazos de la sede del Sindicato de Municipales locales» y remarcó que «esto se inscribe en un proceso de crisis que ya lo veníamos anunciando, al ser despedidos siete trabajadores y trabajadoras en la municipalidad de Fray Luis Beltrán, que tiene órbita el Sindicato de Empleados Municipales de la ciudad de Rosario, porque es el más importante de la región».
Según datos del propio Ratner a Redacción Rosario, “fueron cinco o seis balas que dejaron sus marcas en los vidrios del gremio”. La denuncia se asentó en «la seccional Segunda de Policía, y fue anoticiando a la Fiscalía de turno, a la cual se le entregó todo el material filmado desde las cámaras de la entidad», explicó en Panorama Federal.
Saró explicó que «los siete despidos (en la Municipalidad) no fueron revertidos, a pesar de haber dos conciliaciones obligatorias en marcha, ya que la FESTRAM, como federación santafesina, se expidió, como lo hizo también la Federación Nacional y le pidieron al intendente de Fray Luis Beltrán que retrotraiga la medida, pero no fue posible». En este momento, «no hay diálogo entre las partes» y «los secretarios generales de toda la provincia se reúnen en Fray Luis Beltrán para determinar un plan de lucha», el cual se comunicará el viernes, en una conferencia de prensa.
El ajuste se enmarca en un proceso aún más grande de achique del Estado. Según precisó el periodista, el Pacto Fiscal empeorará la situación, que ya «viene muy mal, en algunos lugares no hay para pagar los sueldos». En ese panorama «el ataque a balazos al sindicato se produjo a las 0.45 de ayer, dos personas que se movían en una motocicleta que, según los testigos, dispararon contra la institución sindical con armas de fuego, cinco o seis balazos que dejaron su marca en los vidrios del gremio y Ratner salió rápidamente a decir que, además de la denuncia hecha en la comisaría segunda y en la fiscalía de turno, no va a frenar en su empeño de defender a los trabajadores que fueron despedidos en Fray Luis Breltrán, y que están seguros que van a identificar a los delincuentes, en algún momento».
El secretario general del gremio, informó el periodista, «relacionó el atentado con un episodio que ocurrió el 10 de abril pasado, cuando hubo un intento de copar la sede sindical por parte de un grupo muy violento que está enfrentado a la conducción de Ratner y quiso entrar a una asamblea para romperla e interrumpir el proceso eleccionario», dijo en Radio Gráfica.
El atentado contra la sede del sindicato se produjo pocas horas después de que Mauricio Macri anunciara la intromisión de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior. Al respecto, Horacio Saró precisó que «esto es abrir la caja de Pandora y que salgan todos los demonios. Quien está en el tema de violentar las leyes sindicales, la convivencia interna que puede haber en un gremio, y ve una situación de estas en los más altos estrados de la política nacional, se siente liberado para salir a la calle con todo».
En ese sentido, mencionó el caso de la empresa Bunge y el anuncio de un conflicto grande con los aceiteros «porque cierra la planta de Ramallo y, en principio, despide a 60 trabajadores sin ningún tipo de justificación, donde están en juego 300 puestos de trabajo». Saró explicó que las medidas de Macri dan «impunidad a determinados sectores, a determinados empresarios que no tienen otro límite que las leyes de la democracia, y que se sienten compelidos a transgredirlas». En ese marco es que desde Bunge informaron 60 despidos en Ramallo pero «ahí trabajas 160 compañeras aceiteras y compañeros, y hay otros 150 operarios con otros convenios que también trabajan en el complejo» y analizó «cierra el complejo, la idea de estos tipos es cerrar».
Respecto de la impunidad de los empresarios amparados en decisiones del gobierno nacional, Saró denunció que «Bunge duplicó su facturación de hace dos años, además con todas las prerrogativas y facilidades que le posibilitó este gobierno con la quita de retenciones y los bajos salarios, y así y todo les conviene la timba financiera, demuestra lo perverso de este régimen macrista».
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