Por Carlos Aira, enviado de Radio Gráfica en la Copa del Mundo Rusia 2018
La Selección ya se encuentra en Kazán. En la capital tártara comenzará una nueva Copa del Mundo para el equipo nacional. En el primer cruce tendrá enfrentará a un peso pesado como Francia. Pero el humor ha cambiado, y eso se nota.
Los rostros ya no son graves. Sampaoli se anima a una sonrisa, aún a sabiendas de su limitación al momento de armar el equipo. Los semblantes denotan confianza. Argentina comienza a jugar el juego que mejor juega y más le gusta: ir de Punto. La presión es historia. Alemania – en la propia Kazán – quedó afuera por no saber manejar la presión. Justo ellos que tienen un freezer en la cabeza. Esta Copa del Mundo es singular. Todos corren y todos meten y ser favorito es casi una complicación.
Hay dos dudas para el encuentro del sábado y son las presencias de Enzo Pérez y Ángel Di María. El mendocino no logra recuperarse de una distensión en el glúteo. Para sus compañeros, su aporte es vital. Se lo probará hasta el último instante, y en caso de no jugar, Eduardo Salvio se perfila como reemplazante. Por su parte, Fideo está lejos del futbolista que conocimos. Cómo si sus padecimientos personales le impidieran desarrollarse correctamente cada vez que viste la celeste y blanca. La pasa mal y se nota. Hace catarsis en redes sociales y entrevistas. El grupo lo banca, pero su nivel es insostenible.
Si la tranquilidad volvió a la concentración, la guerra es abierta en Calle Viamonte. La relación Tapia-Angelici está quebrada desde el momento que el gobierno nacional avanzó sobre Hugo Moyano. El Círculo Rojo de la Superliga le hizo un vacío llamativo a Tapia: no viajó ningún dirigente de peso a Rusia. Luego de la derrota ante Croacia, los tiburones mediaticos serviciales a Balcarce 50 olieron sangre y fueron a despedazar lo que entendían restos de la Selección Argentina – y por añadidura – AFA. Tapia salió fortalecido al bancar a los jugadores. El tablero es más delicado del que imaginaba el Círculo Rojo.
Hace días, en una calle de Nizhni Novgorod, un dirigente de peso de Ascenso Unido me confesaba: «Se creen que somos todos pelotudos, que nos van a llevar puestos. No saben que Chiqui durante años fue a AFA todos los días para aprender de Grondona. Lo imita en todo».
Se viene Francia. Aquí en Rusia se respira más tranquilo. Un minuto de paz.