
Por Carlos Aira, enviado de Radio Gráfica a Rusia 2018
Esos rostros habitualmente reacios a las emociones cedieron ante la emoción del fútbol. La glamorosa Nikolskaya, adornada con miles de luces como luciérnagas, fue el punto neurálgico del festejo. Rossiya! Rossiya! gritaban los pibes y pibas rusas. Rostros pintados sutilmente con la bandera tricolor y puños apretados hacia arriba. Las más felices y eufóricas eran las chicas. Los pibes, banderas en alto, gritan a voz de cuello. Rossiya, en boca de ellos, no parece Rusia. Suena Rasía. Da igual: Rusia goleó 5 a 0 a Arabia en el partido inaugural de la Copa del Mundo, motivando que durante horas el festejo se extendiera por toda la Capital.
Luego de una fiesta inaugural corta y sin fastos. Pero a su vez vibrante. Uno recuerda con sopor el tedio que significó la previa de otros mundiales, sobre todo Estados Unidos 1994. La ceremonia contó con la presencia del crooner inglés Robbie Williams junto a la cantante de opera Aída Garifulina, una belleza tártara y musulmana, quién brindó el toque cultural local a un espectáculo global. Luego de las palabras del Premier Vladimir Putin y Gianni Infantino, dio comienzo la Vigesimo Primera Copa Mundial de Fútbol.
No hubo equivalencias entre rusos y árabes. Jamás un partido tan desigual en una jornada inicial mundialista. Los rusos mostraron su escuela de siempre: despliegue físico envidiable y contracción al sacrificio. Esa supremacía física hizo sentir rigor desde que Néstor Pitana dio comienzo al encuentro: Zamedov, Dzagoev y Aleksander Golovin fueron sputniks rojos inalcanzables para el candoroso equipo de Pizzi, que los mandó al muere con una linea de tres hombres en el fondo.
A los 12 minutos llegó el primer gol de la Copa del Mundo. Gazinsky, de cabeza, abrió el marcador ante la pasividad de la defensa verde. Sobre el final de la primera etapa, Cherishev, quién ingresó por el lesionado Dzagoev, tuvo una repentización espectacular para dejar dos rivales desacomodados elevando el balón, definiendo cruzado con un zurdazo espectacular.
El Rossiya! Rossiya! se hizo eco en Luzhniki. En el tramo final del partido, Dzubia, Cherishev nuevamente y Golovin, con un formidable tiro libre, pusieron el 5 a 0 final. Veremos para qué está Rusia. Hoy los pibes rusos salieron con sus banderas a la calle. El fútbol puede sacar sonrisas de los rostros más curtidos.