En el Día de la Afirmación de la Soberanía Argentina en Malvinas, el diputado argentino del ParlaSUR Jorge Taiana expresó en Radio Gráfica que «es un momento para fortalecernos como región», en el contexto en que la diplomacia argentina del actual gobierno desarticula los grupos de apoyo.
El 10 de junio de 1829 se crea la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico, por Decreto del Gobernador Interino de la Provincia de Buenos Aires, Brigadier General Martín Rodríguez. El diputado afirmó que esta fecha «es una muestra de que el derecho argentino sobre las Islas es incuestionable».
Acerca de la última visita de Marcos Peña a Londres, en su homenaje a los caídos británicos en la Guerra de Malvinas, recordó la ceremonia realizada por Carlos Menem en 1998 y destacó que lo importante de la reunión con el canciller británico Boris Johnson es que no se mencione el tema Malvinas: «Dicen que el reclamo no va a ser un obstáculo para no desalentar posibles inversiones del Reino Unido y es mentira. La mayor explotación petrolífera de la Argentina es en Cerro Dragón, en la Provincia de Chubut, concesionado a la empresa Pan American Energy, de la cual British Petroleum es dueña de un 60% de las acciones», sostuvo.
En su análisis sobre la soberanía legítima de la Argentina en Malvinas, Taiana subrayó que el Reino Unido argumenta que la Guerra anuló todo reclamo, que los títulos de derecho administrativo no sirven para nada y que hay que apelar al deseo de los isleños, es decir, del principio de autodeterminación de los pueblos: «Malvinas es un caso de colonialismo que afecta la integridad territorial y no de autodeterminación. En Malvinas no hay un pueblo colonizado, hay un territorio ocupado y una población colonial trasplantada y que es parte del esfuerzo de ocupación. Los deseos de los isleños no es el eje fundamental del debate».
Consultado sobre la reciente designación de la Presidenta electa de Naciones Unidas para el período 2018-2019, la canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, comentó que «es un reconocimiento a los países en desarrollo». Sin embargo, sostuvo que «es una cuestión de voluntad política de las autoridades diplomáticas argentinas de cómo aprovechar la presidencia sudamericana para empujar y visibilizar el apoyo de Naciones Unidas a la solución pacífica de soberanía».
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