Roberto Feletti, secretario de Hacienda de La Matanza, brindó su visión sobre la actualidad y el futuro económico argentino en La Señal.
Entrevistado por Gabriel Fernández, quién fuera secretario de Planificación durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner expresó sus claves para comprender este presente: «La situación es realmente complicada. La situación parte de una lectura muy mala que hace el presidente Mauricio Macri del mundo. Argentina se embarca en una apertura comercial a la toma de deuda y la importación con capitales especulativos en un mundo donde el proteccionismo y la restricción a la liquidez es definida por las políticas del presidente Donald Trump«.
Agregó: «Este gobierno tuvo dos pésimas noticias, una endógena y otra externa. La primera es el descabellado déficit comercial que llega al récord de dos mil millones por mes. La segunda fue el cambio de política de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Comenzó un proceso de suba de tasas de interés, qué eclosionó en nuestro país por la falta de inversiones y la enorme fuga de capitales, generando una corrida. El gobierno metió a todos los argentinos en un serio problema de desequilibrio externo: sin exportaciones ni inversores, la única salida que tienen es tomar deuda en forma traumática«.
Consultado por las razones que motivaron al gobierno a recurrir al Fondo Monetario Internacional, Roberto Felleti habló de imprevisión: «Si algo aprovechó este gobierno es que recibió un país desendeudado. En dos años aplicó 52 mil millones de dólares frescos al mercado financiero quemando la bala de plata que tenía. Por eso sale a buscar dinero al Fondo Monetario Internacional. Encima hace una mala caracterización del Fondo ya que no se quieren involucrar con Argentina como lo hicieron hasta la crisis de 2001. El Fondo podrá pagar los intereses de deuda para que no entremos en default, pero exigirá ordenar un desequilibrio muy grande entre importaciones y exportaciones; y como conocemos a los funcionarios de éste gobierno, la solución será una devaluación que achique el nivel de importaciones».
Roberto Feletti también analizó las secuelas sociales del programa macrista: «La gravedad se expresa en una tasa del 40%. Proveedores de municipios como La Matanza, que es sólido y sin deudas, comienzan a tener problemas por falta de precios. Nadie financia capital de trabajo. Las empresas cobran a 90 días, pero los costos se pagan a 30. Todas las pequeñas y medianas empresas tienen problemas con el capital de trabajo en la medida que aumentan las ventas cuando la economía se expande. En un gobierno como el nuestro, con asistencia de los bancos públicos apoyando el capital de trabajo y tasa compatible con la inflación, esa brecha se llevaba. Hoy, con reducción del mercado interno, tasas desbordantes y problemas tarifarios, los problemas son realmente graves. El gobierno debe comprender que está en claro riesgo el circuito de producción y pagos«.
La convocatoria a la movilización del 25 de mayo estuvo presente: «La Patria está en peligro. La Argentina está en una situación complicada. Por una devaluación abrupta y el sostenimiento de una tasa de interés incompatible con un sistema de producción y consumo. Cuando vas a cobrar un cheque al banco y le cobran el 60%, la economía es inviable. Ojalá que la convocatoria sea masiva, porque la Patria está en peligro. Cuando llevás plata al banco y la renta financiera da mas que la renta productiva, estamos en serios problemas«.
Para Felleti, el ministro Nicolás Dujovne es un simple fusible: «Dijo en dos conferencias de prensa que la fórmula inflacionaria sería del 15% y ya dijo que será mayor. Está allí para manejar la negociación con el Fondo. Una negociación de dudosa viabilidad política. El desequilibrio de la economía argentina no se arregla concentrando poder en los ministros, sino dialogando con todas las fuerzas políticas para plantear alternativas al rumbo económico dispuesto. Por eso el presidente no debe llamar a un Gran Acuerdo Nacional para cargar a la dirigencia política el costo del ajuste, sino debatir un momento difícil, ya que el rumbo actual engloba lo peor de las crisis de 1989 y 2001″.
En el blog Cohete a la Luna, el ex funcionario kirchnerista dio cuenta de una Marcha hacia el Protectorado, que explicó en el aire de Radio Gráfica: «Hay que ver bien los ejemplos de Grecia, España o Portugal. Países donde las decisiones económicas no se toman en el Congreso, sino en otros lugares. Me hace recordar a los viejos protectorados británicos, donde había un alto comisario inglés que manejaba las finanzas y negocios de la Corona, mientras se creaba una ficción de instituciones. En Argentina, durante los primeros veinte años de democracia, se instaló aquello que sin importar a quién se votara, ganaba el Partido del Ajuste. El kirchnerismo recuperó la política sobre la economía. Desendeudó el país calzando los pagos en dólares de los servicios de deuda. Reescrituró la deuda capturando dólares de las exportaciones. Por eso todos los años el presidente de la Nación mandaba un presupuesto al Congreso realizado por el gobierno argentino. No lo mandaban primero a Washington para que lo aprobaran allí. Esa autonomía es la que estamos perdiendo«.
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