La Confederación General del Trabajo (CGT), junto a la Juventud Sindical y movimientos sociales, realizó una marcha en rechazo al «maldito tarifazo», como lo denominaron los sectores convocantes. Desde Tribunales hasta el Obelisco porteño, la movilización se complementó con intervenciones artísticas que parodiaban la suba de tarifas, la inflación y a los funcionarios del gabinete nacional.
Consultado por Radio Gráfica, el triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid indicó que la movilización «representa el malestar de la ciudadanía con las tarifas, el endeudamiento externo, la caída del consumo y los problemas en las negociaciones colectivas» y es el puntapié inicial para «ir marchando hacia la elaboración de un conflicto de mayor dureza».
El secretario general de Dragado y Balizamiento y la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) se declaró a favor de la aprobación del proyecto que busca frenar el aumento de tarifas. «Espero que el parlamento de cuenta de la situación que hay y que el gobierno cambie el rumbo económico». Schmid anticipó que, si la Ley se aprueba y el presidente la veta, «va a aumentar el descontento y habrás mayores protestas de la CGT y todos los sindicatos».
Juan Pablo Brey, referente de la Juventud Sindical, también expresó que el escrito se debe aprobar porque los legisladores «saben que tienen la obligación de defender al pueblo que los votó».
Entrevistado por Mario Sadras, el titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes y secretario de Juventud de CGT evaluó la protesta como «una muestra más del desconformismo que hay en el pueblo» a lo que se suma «el pedido de ayuda al Fondo Monetario Internacional, que es volver al pasado y va a venir con una serie de ajustes para los trabajadores».
Respecto a la conflictividad ascendente que se encarna en algunos sectores del sindicalismo, Brey manifestó que «nos han empujado a salir a la calle y vamos a ir de menor a mayor».
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