El ex presidente Eduardo Alberto Duhalde (2002 – 2003) dialogó extensamente y en profundidad con Gabriel Fernández en los Especiales de Radio Gráfica acerca del panorama político-social que atraviesa nuestro país. “La situación es muy compleja a nivel global y nacional, este momento es muy crítico y lo mejor es levantar el pie del acelerador, está claro que no estamos de acuerdo en la forma en la que se está gobernando”.
También expresó que «una vez superada esta situación tenemos que juntarnos y buscar un diálogo serio para poder encontrar a los mejores en cada área para el desarrollo del país porque actualmente no hay ideas claras” y puntualizó en que “este gobierno tiene una economía financiera, especulativa, rentista y usurera, como la que había cuando caímos en el grave problema en el 2002”.
En comunicación con Radio Gráfica, hizo referencia al trabajo que deberían llevar adelante los municipios como ejes del crecimiento: “Tiene que haber escuelas, hospitales, sectores industriales planificados. Hay que rodear de prestigio social y no ponerle trabas al pueblo. Cada municipio aporta al desarrollo general de la Nación”.
Además se refirió a la orientación económica de su gobierno, donde se lanzó el crecimiento industrial en base al mercado interno. “De mí no esperen ningún pensamiento extraño. Yo soy vasco, para nosotros es pan pan, vino vino. Hay que hacer las cosas simples«. Cuestionó a los comunicadores que «complican las cosas económicas en lugar de mostrar la realidad, que es sencilla».
Distendido, aceptó hablar sobre el alejamiento con el kirchnerismo. Afirmó: “yo desafío a los archivos si alguna vez me peleé con alguien, nunca respondí cuando me trataron mal dirigentes o periodistas. Sólo accioné jurídicamente cuando ponían en juego mi honor”. En especial remarcó que “siempre tuve una excelente relación con Néstor Kirchner».
Al respecto narró una historia singular: «cuando falleció Néstor yo estaba en Brasil, con Dilma Rousseff. Volví inmediatamente. Ya en casa, mientras me preparaba para ir al velatorio, me llama Aníbal Fernández y me dice ´la señora prefiere que no vengas´». Luego completó que «fui amigo de Néstor hasta el último día. Otra cosa es Cristina, que tiene una forma de ser muy distinta a la mía. No voy a criticarla, pero somos muy distintos».
Más adelante, lanzó su definición explicativa de esas distancias: «Néstor era la política, Cristina, el acting».
Con respecto a la unidad del movimiento nacional y popular, Duhalde manifestó: “Es posible y fácil de hacer, no corresponde decir quiénes serían sus protagonistas, porque generaría divisiones, acá lo que importa es saber qué proponemos”.“La fórmula tendría que ser un 10% de pasado, un 40 presente y un 50 de futuro, debe acabarse la idea de volver al pasado porque no hay solución. Ahora hay nuevas generaciones donde tienen otras forma de manejarse, con otras herramientas para construir”.
Interrogado sobre su acercamiento al macrismo, especialmente en el comicio del año 2015, expresó «¿porqué haría algo así? Es más, no podría volcar todo el voto en una dirección aunque quisiera hacerlo. Siempre voté al Justicialismo» aclaró, y reiteró en varias ocasiones su rechazo a la versión.
En línea, fue indagado sobre la intervención del Partido Justicialista: «el PJ estuvo abandonado muchos años. Varias veces pedí la intervención porque no quería que el Partido desapareciera del mapa político pero no me daban bola, estaba el gobierno de Cristina y no se escuchaba esta preocupación. Los apoderados dejaban de lado la necesidad de reorganizar el PJ. Espero que ahora funcione».
Ante la observación crítica del periodista sobre la figura de Luis Barrionuevo y la animadversión que despierta en el peronismo, Duhalde estimó que «todo el mundo despierta alguna sensación sobre los compañeros, yo mismo no estoy fuera de las generales de la ley». La réplica fue -Pero Gioja se llevaba bien con unos y otros. El ex presidente insistió «puede ser, pero siempre hay diferencias, el peronismo necesita unirse para salir adelante».
En el marco de las elecciones del 2019, Duhalde sostuvo que: «La idea de que el Justicialismo vuelva a gobernar es lógica». Ante la pregunta sobre si aspira a una nueva presidencia, señaló «No. Me pone de mal humor pensar en volver al Ejecutivo, tener agenda completa día a día» y declaró que “uno gana experiencia por los aciertos y por un cúmulo enorme de errores que tenemos a lo largo de la vida. Es necesario armar nuevos equipos con gente joven y buenos asesores».
Insistió en la importancia de un peronismo al frente del Estado. «Siempre tuvimos ideas más claras que los otros sectores. Esas ideas ni siquiera son nuestras, vienen de tiempo atrás». Y retomó su apotegma desde una expresión diferenciada: «es que yo tengo mucha esperanza, no en este gobierno, claro, pero sí en los argentinos».
En relación con la participación de Cristina Fernández de Kirchner en el camino de unidad y en las próximas elecciones, contestó:«¿Quién tiene autoridad para decirle a Cristina que no participe?». Asimismo planteó cómo se podría revertir la situación del país y aseguró que «las cosas parecen difíciles pero no lo son. El problema de Argentina es el desarrollo. Hay que pegarles un mordisco a los que tienen más».
Continuando con la entrevista relató cuales habían sido sus ejes cuando asumió el gobierno. “Teníamos 3 ejes con mucha energía. Mantener el sistema democrático, pacificar el país y cambiar el modelo económico social» y mencionó: «Cuando se cae la convertibilidad, teníamos dos opciones: shock o gradualismo. Nada fue de un día para el otro, sino que fueron estudios serios”.
«En 2002 establecimos en cada uno de los municipios, estructuras para buscar a aquellos que estaba en la indigencia y les dimos auxilio. En mi vida hay dos grandes temas: el desarrollo y lo social», narró el ex presidente. Añadió que «salir de la convertibilidad no se logró sin problemas» y recordó a su ministro de Economía Jorge Remes Lenicov.
Desde el estudio se preguntó si englobaba su gestión y la de Néstor Kirchner como un tramo que favoreció el crecimiento del PBI industrial: «Es obvio, dimos respuesta a esa situación» indicó. Y luego, al recordársele las dificultades sociales generadas tras la devaluación, hizo un extenso recorrido sobre las políticas públicas implementadas entonces que a su entender buscaron contener a los más damnificados.
Finalmente se le preguntó sobre los medios de comunicación y su hostilidad hacia los distintos espacios del movimiento nacional. Dejó de lado la hipótesis de una influencia profunda. “Hay que gobernar bien y los medios se van a ir adecuando. Como dijo Perón ´Cuando tenía los medios a favor me echaron y cuando los tuve en contra, volví”.
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