
El 24 de marzo pasado se cumplieron 42 años del inicio de la última dictadura cívico-militar. Las Madres de Plaza de Mayo son un símbolo de la resistencia popular hacia el genocio perpetrado. En el programa En que nos parecemos, Vivian Elem entrevistó a María del Rosario Cerruti, una de las primeras Madres, secretaria de la asociación Madres de Plaza de Mayo hasta 1993 y directora del periódico Madres de Plaza de Mayo.
«Recuerdo con mucho cariño y respeto la lucha de las Madres«; expresó emocionada la Negra, quién recordó en la Gráfica: «Salimos de la nada a luchar por esos hijos. Tengo un orgullo tan grande de haber participado de ese grupo de mujeres. Todo lo que hice fue poco, ya que tres Madres perdieron la vida en esa lucha«.
Ante la posibilidad que Alfredo Astiz cumpla condena domiciliaria, la Madre recordó su rol en el secuestro de María Ponce y Esther Careaga: «Cuando las secuestró, yo estaba en Santa Cruz. El cínico de Astiz sabía muy bien a quién tenía que llevarse. Eran las más lúcidas, con una fuerza impresionante. Bien las catalogó el criminal Astiz. Esas muertes son imperdonables. Yo no puedo dar perdón a nadie por esto«
María del Rosario valoró la unidad en la acción: «La experiencia me demostró quie la lucha de las Madres tuvo un valor impresionante porque no existió fragmentación. Las Madres tenían un sólo sentimiento: encontrar a sus hijos y castigar a los responsables. La juventud que está surgiendo está dividida: cada uno tira por su lado. Por un lado los hijos de uno, por otro, los de otro. No existe la unidad de aquel grupo de mujeres, que a pesar de las diferencias, luchó sin miedo. Hoy la lucha es desigual. Los poderes de turno se encargan de atomizarla. Se encuentran en un día como hoy, reclamando diez mil cosas distintas cuando sin justicia no hay normalidad para el trabajo, la vida y la salud. Me desespera esta atomización«.
«Todo el esfuerzo por unir las luchas se notó cuando comenzó la partición. Esto sucedió durante el gobierno de Raul Alfonsín«; recordó Cerutti, quién agregó: «Las diferencias se ahondaron y finalizaron con la división de las Madres. Así no se puede luchar en este mundo. Si no hay justicia para las víctimas no hay forma de arreglar este país. Es una cosa tan triste la que hicieron. Mis noventa años de vida no alcanzan para reclamar justicia por todo lo que hicieron».
Rosario fue directora del diario de las Madres desde el primer número hasta su retiro de la Asociación. Allí trabó fuertes vínculos conceptuales y afectivos con un plantel de excepción. De común acuerdo la sucedió Gabriel Fernández en ese puesto. Durante el programa la luchadora envió saludos muy sentidos para Gabriel, para Carlos Rodríguez, Ana Paoletti, Rodolfo Luna y por supuesto para Vivian, entre otros de los periodistas del medio. «Qué grupo de personas hermoso que reunimos y cuánto talento e inteligencia puestos en ese diario» evocó.
Luego añadió que «en esa redacción había compañeros de muy diversas ideas. Anarquistas como yo, de izquierda y también peronistas. Se sentía el profundo respeto entre todos. Estábamos juntos en una misma lucha y sabíamos que aunque el otro pensaba distinto, era un compañero». En ese marco, tuvo palabras muy sentidas para dar cuenta de la importancia de Alipio Paoletti, Tito, en la formación del periódico.
Consultada sobre la Marcha de Mujeres y el rol de la mujer, la histórica Madre expresó con alegría: «Creo en la fuerza de la mujer. Tenemos un sentido más amplio de la libertad que los hombres. Hoy, el aborto une mujeres sin diferencias, ya que el dinero y la religión han hecho estragos con la mujer. Pero la lucha de las mujeres es un ejemplo ante este machismo que sólo engendra fuerza para destruir«.
«Parece mentira, pero tantos años después, la impunidad sigue presente«, nos dijo la querida Negra…
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