Horacio Ghilini, referente de la Corriente Federal de Trabajadores dialogó con Lautaro Fernández Elem y Gabriel Fernández en Sindical Federal. analizando la marcha del 21 de Febrero y además pensando en la situación actual del movimiento obrero argentino.
El Secretario de Relaciones Institucionales del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) expresó sobre la marcha convocada por Camioneros a la cual adhieren la gran mayoría de los sectores sindicales argentinos: «Tengo una sensación muy positiva. Hay una clara decisión de poner límite a un gobierno que juega al límite de su legalidad. Es un buen síntoma la reacción popular y de los trabajadores«; y agregó: «Que los sectores populares se manifiesten en la calle en forma contundente es disputar la interpretación del día después. La idea es que no abunde la catarsis sino un plan programático que en un plazo perentorio convoque a las regionales del movimiento obrero para que en las provincias también se empuje como centros de protesta y malestar social«.
Consultado sobre si la pretendida unidad sindical no está llegando en forma tardía, Ghilini expresó: «La Corriente tiene su programa y lo ha puesto a disposición de otros sectores. Ese programa debe terminar con un mensaje política y es que Argentina merece una salida a esta crisis tan profunda que estamos viviendo. Quienes tenemos experiencia sabíamos que haría Mauricio Macri a cargo de la presidencia de la Nación. Pero a nivel de los tiempos de los pueblos, diez años puede ser un instante. Aunque sea una cosa dificil de soportar, hay que saber entender que los trabajadores tienen una parsimonia para procesar las causas. Nosotros, los dirigentes sindicales, no debemos hacer vanguardismo, sino acompañar los tiempos de los procesos de los pueblos«.
«Uno es necesario, pero no imprescindible«; expresó Ghilini en Sindical Federal, quién dio cuenta de la construcción de la Corriente Federal: «Cuando se generó la Corriente, que fue una congruencia de sectores, no fue menor que tengamos sede en Gráficos. Pretendidamente queremos ser cercanos a la CGT de los Argentinos. Pero todo esto genera una alta responsablidad. Hay una disputa de sentidos y el movimiento obrero necesita estar detrás de un sentido muy claro y los trabajadores nos lo hacen llegar desde abajo hacia arriba«.
Ghilini, hombre cercano al Papa Francisco, dio cuenta de una lucha de fondo que existe entre modelos en pugna: «La posmodernidad es la tentación de lo efímero ligado a lo virtual. Hay una posibilidad que el ser humano viva en una fantasía virtual. Por eso, aunque parezca chabacano, no es menor el tema del contacto físico. Lo físico, material y corporal es esencial al hombre e irremplazable a la virtualidad. Mañana, en la marcha, conviviremos junto al sudor de la marcha y no todo pasa por el marketing mediático. En el fondo hay una disputa entre lo real y lo virtual. Estaremos junto a la masa sudorosa transpirante, por más que luego exista una perversa distorsión mediática de la realidad«.
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