Tras casi un mes de conflicto con el Ministerio de Espacio Público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los vendedores ambulantes de Liniers, nucleados en Vendedores Libres Unidos (CTA), volvieron a instalar sus puestos en la calle, ante el incumplimiento de los acuerdos concertados con el ministro Alberto Macchiavelli.
Omar Guaraz, dirigente de la agrupación, explicó a Abramos La Boca que se había pactado realizar un censo de vendedores para incluirlos en una capacitación de tres meses en la Federación de Comerciantes de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) en la que cobrarían $14.000 mensuales. Dicho acuerdo se había logrado luego de que el 12 de enero de este año, empelados de dicho ministerio y policías de la ciudad los desalojan rompiendo la mercadería y los puestos.
Pero la solución no se implementó de la manera esperada por los trabajadores. “El censo fue implementado por los mismo punteros de cobraban coimas para la comisaría”, explicó Guaraz, quienes incluyeron a personas ajenas este colectivo de vendedores ambulantes, dejando afuera a 200 trabajadores. Ante esta situación Vendedores Libres Unidos decide elaborar su propio censo incluyendo a los excluidos en la lista.
El embate hacia los trabajadores de la vía pública por parte de la de la gestión de Rodríguez Larreta, parece no tener fin ni solución. La falta de políticas públicas que piensen la inclusión laboral de este colectivo de trabajadores, que crece ante la falta de empleo formal, parece ser la regla. En su lugar, el gobierno porteño intensifica el acoso y la represión a quienes, según el dirigente de la CTA, “realizan una actividad lísita que está reglamentada”. “Nosotros presentamos tres proyectos de ley que fueron Cajoneados por el gobierno de la Ciudad” explico Guaraz.
Dichas propuestas proponían repartir a los vendedores en grupos de tres por cuadra, dándoles acreditaciones y beneficios sociales para que desarrollen su actividad sin complicar la circulación de personas. El gobierno de la Ciudad, por su parte, ignora estas propuestas y mantiene su actitud persecutoria.
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